Hasta el Elíseo se desplazaron dirigentes de varios países, como el canciller alemán, Olaf Scholz; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; o los primeros ministros de Países Bajos, Dick Schoof; o Polonia, Donald Tusk. Todos acudieron a la hora de convocatoria, las 16.00 hora local (15.00 GMT), excepto la líder del Gobierno italiano, Giorgia Meloni (la más afín al presidente estadounidense, Donald Trump, entre los invitados a esta reunión), que llegó casi una hora más tarde.
También asiste el primer ministro británico, Keir Starmer, que quiere tener voz junto a la Unión Europea en estas discusiones, y los presidentes del Consejo Europeo, António Costa, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, así como el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Justo antes de la reunión, Macron habló por teléfono con el presidente estadounidense, Donald Trump, indicó el Elíseo, aunque no divulgó detalles de esa conversación.
Sobre la mesa en París estarán cuestiones fundamentales como el papel de Europa en las negociaciones con Rusia sobre Ucrania, y también su rol en el mantenimiento posterior de la paz, con garantías para Ucrania y para la seguridad europea. A ese respecto, el envío de tropas europeas en misión de paz será uno de los factores principales a debatir. Es una medida a la que líderes como Starmer ya se han mostrado dispuestos, y a lo que tampoco cierran la puerta otros países, como Suecia, Bélgica o Países Bajos.
Pero no todos los asistentes comparten esa postura, como Polonia, fronteriza con Ucrania y Bielorrusia. Su primer ministro avanzó hoy mismo antes de partir hacia París que Varsovia no se plantea enviar soldados a Ucrania.
Von der Leyen pide una «mentalidad de urgencia»
La presidenta del Ejecutivo comunitario urgió este lunes a adoptar una «mentalidad de urgencia» y a impulsar la defensa europea de cara a la cumbre informal.
«He llegado a París para conversaciones clave. La seguridad de Europa está en un punto de inflexión. Sí, va de Ucrania pero también va sobre nosotros. Necesitamos una mentalidad de urgencia, necesitamos un impulso en defensa, necesitamos ambas cosas ahora», escribió Von der Leyen en X.
También el presidente del Consejo Europeo subrayó que el encuentro de este lunes debe servir como «el comienzo de un proceso que seguirá con la involucración de todos los socios comprometidos con la paz y la seguridad en Europa». «La UE y sus Estados miembros desempeñarán un papel central en este proceso», añadió Costa.
Estrategia de una defensa común europea
Sobre el telón de fondo también pesan otras cuestiones de calado continental, como la estrategia de defensa común europea y la necesidad de aumentar el presupuesto de defensa del continente.
El formato reducido, un encuentro «informal» según incidieron fuentes del Elíseo al anunciar la reunión, responde a la necesidad de agilidad -mucha más de la que implicaría una reunión de los 27, con países más cercanos a Moscú de por medio, como Hungría- y también a que se trata de conversaciones preliminares.
Pero la urgencia evidencia también la necesidad de reacción de una Europa a la que han pillado a contrapié la rapidez de los acercamientos entre Washington y Moscú y, sobre todo, la claridad con la que la Administración Trump ha dejado al Viejo Continente al margen de las discusiones.
Reunión entre Estados Unidos y Rusia
Esa intención quedó clara la semana pasada en la Conferencia de Seguridad de Múnich y se escenificará de nuevo mañana en una reunión entre los jefes de la diplomacia de Rusia, Serguéi Lavrov, y de Estados Unidos, Marco Rubio, que tendrá lugar en Riad.
Se prepara también una reunión entre los presidentes de las dos potencias, Vladímir Putin y Donald Trump, y todo esto sin invitar a la mesa de momento a Ucrania. Su presidente, Volodímir Zelenski, declaró este lunes desde Emiratos Árabes Unidos que no fue informado de la reunión entre Lavrov y Rubio y dejó claro que su país no reconocerá ninguna conclusión fruto de esos contactos. «Ucrania no lo aceptará. Ucrania no sabía nada de esto. Y Ucrania considera nulos los resultados de cualquier negociación sobre Ucrania sin Ucrania. No podemos reconocer ningún acuerdo sobre nosotros sin nosotros», advirtió Zelenski.
Pese a lo tenso de la situación, desde París se ha buscado restar algo de importancia al encuentro informal -al que no asisten países europeos más cercanos a Moscú, como Hungría-, al afirmar que esta clase de reuniones «son frecuentes y no deben ser dramatizadas», en palabras del ministro de Asuntos Exteriores galo, Jean-Noël Barrot.
Por su parte, el primer ministro de Eslovaquia, el populista de izquierdas Robert Fico, criticó la participación de la Unión Europea en esta reunión convocada por Macron para abordar la respuesta europea a las negociaciones de paz en Ucrania entre EE.UU. y Rusia.
Fico telefoneó al presidente del Consejo Europeo, el portugués António Costa, para preguntarle por qué aceptó dicha invitación a un encuentro que «se supone que abordará la cuestión de la participación de tropas extranjeras en el territorio de Ucrania», informó la Oficina del Gobierno eslovaco.
Esa participación «de los máximos representantes de la UE sin ningún mandato en la reunión de París es un acontecimiento que no ayuda a la confianza dentro de la UE», según Fico, para quien la UE «no tiene autoridad para tomar decisiones sobre la participación de tropas extranjeras en el territorio de otro estado».
Para el mandatario eslovaco eso está reservado «a los órganos correspondientes de la ONU» o tras llegar «a acuerdos bilaterales» de los respectivos países con Ucrania. Aunque esos países brindaran su ayuda militar con efectivos el suelo ucraniano, «este es un tema con el que la UE no tiene nada que ver y en el que no debería involucrarse».
La reunión también ha sido criticada por Hungría, cuyo ministro de Exteriores, Péter Szijjártó, ha afirmado que la cumbre reúne en París a «aquellos que en los últimos tres años no han dejado de echar leña al fuego de la guerra en Ucrania» y hacen todo lo posible por impedir un arreglo pacífico al conflicto.