La cifra sitúa a España como el sexto país con menor porcentaje que dice tener buena salud entre los 25 países europeos incluidos en la última ola de la Encuesta Social Europea (ESS) de 2024, analizada por Funcas en el último Focus on Spanish Society. Solo Eslovaquia, Portugal, Serbia, Letonia y Alemania tienen porcentajes más bajos, mientras que países vecinos como Francia (65%) e Italia (69%) muestran resultados algo mejores. El estado de salud general de una población es un indicador clave del bienestar social. Particularmente valiosa es la salud percibida, que refleja percepciones individuales que no tienen por qué coincidir con las métricas habituales de salud objetivas (por ejemplo, llaman la atención los datos de salud autopercibida frente a indicadores como la esperanza de vida, donde España ocupa una posición más favorable).
Las mujeres tienen una percepción de su salud peor que la que tienen los hombres en todos los grupos de edad. De hecho, España destaca como uno de los países con mayor brecha de género en la percepción de la propia salud en el segmento de 15 a 39 años, con una diferencia de 8 puntos (el 84% de los hombres cree que su salud es buena frente al 76% de las mujeres), solo superada por la del Reino Unido (12 puntos). España presenta la mayor brecha de género en el tramo de 40 a 59 años, con una diferencia de 10 puntos entre hombres (68%) y mujeres (58%). También en la población de 60 años o más es reseñable la peor percepción de las mujeres (49% frente a 40%) Con respecto a la población de 15 a 39 años, una etapa de la vida en que la salud general es mejor, en España el porcentaje que reconoce tener buena salud (80%) es inferior a la media europea (86%), y también se observa diferencia en el tramo de 40 a 59 años: 62% frente a 73%, respectivamente.
Entre los mayores de 59 años, la diferencia con la media europea es similar (45% frente a 53%), pero la posición relativa de España en el ranking europeo es algo menos desfavorable. Algunos países de Europa del Este y del Sur, como Letonia, Eslovaquia, Portugal, Serbia, Hungría, Croacia, Italia, Polonia y Eslovenia, destacan por los malos resultados de salud percibida entre los mayores. Por el contrario, las naciones nórdicas, como Islandia, Noruega y Suecia, así como otros países ricos, como Países Bajos y Suiza, tienen mejores resultados en términos de salud percibida en la vejez. España, en la media europea de población en posible riesgo para la salud mental La morbilidad psiquiátrica es otro indicador muy utilizado para analizar la salud de la población. España se sitúa en torno a la media europea en cuanto al porcentaje de población adulta cuyas respuestas en la Encuesta Social Europea se asocian con un mayor riesgo de depresión (27%).
La prevalencia del riesgo de salud mental es notablemente menor que en Portugal (38%) o Lituania (39%), que presentan los niveles más altos. En el extremo opuesto, países como Noruega y Países Bajos muestran la prevalencia más baja (18%). Si bien de estos datos se deduce que la situación de España no es tan grave como la de los casos más extremos, sí señalan la necesidad de medidas específicas para evitar un aumento de los síntomas depresivos, en especial considerando la vulnerabilidad del país en otros indicadores de salud. Los datos de la Encuesta Social Europea vuelven a revelar una clara brecha de género en el riesgo depresión, con tasas más altas en las mujeres de todos los países participantes. En España, el porcentaje de mujeres en riesgo de depresión es del 31%, frente al 21% de los hombres, lo que deja la brecha de género española cerca de la media europea, de 11 puntos (31%, mujeres; 22%, hombres).