Con los proyectos ya ejecutados y en desarrollo, Iberdrola facilitará la recarga diaria de más de 380 autobuses eléctricos en la península ibérica y espera seguir ayudando a electrificar más autobuses en los próximos meses. Entre los proyectos de electrificación de transporte urbano que la compañía está llevando a cabo, destacan las actuaciones de Madrid (EMT, centro de operaciones de Carabanchel), Valladolid (Auvasa), Alcorcón (Arriva), Algeciras (Algesa), Elche (Avanza), Pamplona (TCC), Braga (TUB), Alicante (Vectalia), entre otros. En total son más de 380 puntos de recarga de potencias que mayoritariamente van desde los 100 kW hasta los 180 kW. Además, la compañía también instalará 204 pantógrafos de los que 52 ya están operativos en el centro de operaciones de Carabanchel de la EMT y preparados para soportar cargas de hasta 450 kW.
Por otro lado, la mayoría de los proyectos llevan asociados el sistema de recarga inteligente (Smart Charging) que permite optimizar la recarga de la flota priorizando la eficiencia operativa por ejemplo recargando en las horas donde la energía tiene el menor coste o coordinando a los cargadores para usar la menor potencia total posible. Fuera de España, en Braga (Portugal) la compañía desarrollará 32 puntos de recarga de 150 kW y su servicio de recarga inteligente; y en Reino Unido ya se han instalado los primeros 4 puntos de recarga asociados a autobús eléctrico.
La compañía colabora desde hace tiempo con ayuntamientos y operadores para ayudarles en su viaje de transición a la movilidad libre de emisiones, y confía en el autobús eléctrico por ser la solución tecnológica más sostenible, eficiente y económica para el transporte masivo de personas en las ciudades.
En concreto, el autobús eléctrico con energía 100% renovable tiene una eficiencia del 77% de la generación al consumo final (Well to Wheel), mientras que otras tecnologías como el gas sólo cuentan con el 27% de eficiencia, el diésel el 34% y el hidrógeno verde, que también es libre de emisiones, ronda el 31%. Por su parte, el coste total de adquisición del autobús eléctrico ya es más bajo que el resto de las tecnologías y el coste de operación puede llegar en algunos casos a ser hasta un 80% más bajo que el de combustibles convencionales. Además, el TCO va a ser todavía más atractivo los próximos años, con las nuevas regulaciones europeas como la inclusión del transporte en el mercado europeo de emisiones (ETS) a partir de 2027.