A pesar del descenso de la rentabilidad, los inversores siguen confiando en los títulos españoles y la demanda, que ha rozado los 10.000 millones de euros, se ha situado muy por encima del importe finalmente adjudicado en los mercados.
En concreto, el Tesoro ha colocado 2.849,27 millones de euros en el bono a cinco años, frente a una demanda de 3.184,362 millones, y el interés marginal ofrecido se ha situado en el 2,477%, por debajo del 2,582% de la emisión previa.
En la obligación a diez años, pero con vida residual de 7 años y 6 meses, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha colocado 1.638,22 millones de euros, también por encima de los casi 3.000 millones demandados, y la rentabilidad marginal ha bajado al 3,023% desde el 3,407% de la subasta anterior de la misma referencia.
Por último, el Tesoro ha adjudicado 1.969,60 millones de euros en la obligación a diez años, en contraste con los 3.749 millones de euros solicitados por los mercados. La rentabilidad marginal también se ha reducido, hasta el 3,354%, ligeramente por debajo del 3,388 anterior.