«Está empezando a funcionar», ha señalado Lagarde en un encuentro con estudiantes en Florencia (Italia), al referirse a la subida del precio del dinero en 350 puntos básicos desde el pasado mes de julio, después de que este viernes se haya conocido que la tasa general de inflación de la zona euro se ha moderado en marzo por quinto mes consecutivo, situándose en el 6,9% desde el 8,5% de febrero, su nivel más bajo desde febrero de 2022. Sin embargo, la francesa ha reconocido que la tasa de inflación subyacente «es aún significativamente demasiado alta», después de que en marzo haya escalado a un nuevo récord del 5,7%. «Eso nos hace saber que aún tenemos un terreno que recorrer», ha apuntado.
No obstante, para la presidenta del BCE, las expectativas de inflación en la zona del euro siguen ancladas en gran medida, algo que ha considerado clave, particularmente por la influencia que pudiera tener su desanclaje en las negociaciones salariales. «Necesitamos comunicar muy claramente que usaremos nuestras herramientas con la determinación y durante todo el tiempo necesario para lograr nuestro objetivo», ha advertido.