Este plan ha articulado siete líneas de actuación que han beneficiado directamente a familias y empresas de 14 municipios de la denominada “zona cero”, lo que reafirma el compromiso de la compañía con el territorio y sus clientes.
Una de las primeras medidas adoptadas por Naturgy fue la condonación de las facturas de gas y electricidad cuyo periodo de facturación incluyera el 1 de noviembre. Esta iniciativa benefició a 24.000 clientes ubicados en los municipios afectados, a los que la compañía contactó de manera personalizada.
Dentro de su plan de apoyo a los afectados, la compañía energética lanzó una iniciativa para reparar o sustituir de manera gratuita todas las instalaciones y equipamientos de gas dañados en los municipios más afectados, como calderas y calentadores. Esta iniciativa, dirigida a todas aquellas viviendas o comercios que tuvieran suministro de gas natural fueran o no clientes de la compañía, ha beneficiado a más de 5.000 hogares y empresas a los que se les han revisado, reparado o sustituido sus instalaciones. Asimismo, la compañía también ha hecho entrega de bonos para el reemplazo de electrodomésticos de cocina esenciales (neveras, lavadoras y lavavajillas). Para ello, se llegaron a acuerdos con dos cadenas distribuidoras de electrodomésticos en la zona. En este momento, el 95% de las solicitudes recibidas ya han sido atendidas.
Naturgy dispuso un servicio de atención al cliente específico a través del cual se gestionaron cerca de 13.000 consultas a través de plataformas centralizadas, canales web y puntos de atención presencial habilitados en colaboración con los ayuntamientos, en los que participaron voluntarios de todas las empresas del Grupo. Estos espacios sirvieron, además, para asesorar sobre la recuperación del servicio y canalizar solicitudes de ayuda. También se colaboró con las autoridades locales para la revisión del suministro de gas en instalaciones municipales, como centros educativos, deportivos o bibliotecas, así como para atender todas sus peticiones de colaboración.
La compañía también se volcó con sus empleados y empresas colaboradoras en la zona. En este sentido, puso en marcha un plan específico de ayuda para trabajadores y familiares afectados, que ha permitido complementar las coberturas del Consorcio de Compensación de Seguros, especialmente en los daños a viviendas y a vehículos.
En cuanto a colaboradores del grupo en la zona, más de 60 pequeñas y medianas empresas de la Asociación de Empresarios Instaladores de Fontanería, Instalaciones Térmicas, Gases y demás Fluidos de la Comunidad Valenciana (ASEIF) participaron en este plan, contribuyendo así a generar y aumentar su actividad, activando asimismo medidas de liquidez y pronto pago. Adicionalmente, recibieron por parte de la compañía ayudas económicas directas para mitigar los efectos que la DANA ocasionó en sus instalaciones y flotas de vehículos.
En lo relativo al suministro energético, Naturgy reforzó su presencia sobre el terreno a través de su filial Nedgia, desplazando más de 200 efectivos desde otras comunidades autónomas para la revisión de las instalaciones afectadas durante los momentos más críticos de la catástrofe.
Con el fin de dar continuidad al apoyo prestado en el marco de este plan y atender las posibles nuevas demandas que puedan surgir, la compañía mantiene activo el contacto con los ayuntamientos afectados, la Generalitat Valenciana, la Diputación de Valencia, entidades del tercer sector como Cáritas o Cruz Roja, y diversas asociaciones profesionales.
Por otra parte, Fundación Naturgy mantiene contacto con centros educativos y asociaciones de las zonas afectadas para atender necesidades adicionales a las cubiertas en el Plan de Ayudas. Asimismo, Día Solidario, la asociación sin ánimo de lucro formada y gestionada por empleados de Naturgy, remitió a centros educativos y municipales equipos informáticos y material escolar de primera necesidad. Esta asociación mantiene abierta una convocatoria para financiar proyectos educativos en los municipios afectados con una aportación de hasta 30.000 euros anuales en un plazo máximo de 4 años.