Y ello, principalmente, gracias a las declaraciones de diferentes responsables de la Administración Trump, apuntando a que estarían dispuestos a alcanzar un acuerdo comercial con China, y a que Powell no será cesado de su puesto como presidente de la Fed. En este contexto, los principales índices bursátiles mundiales registraron ganancias (tanto a ambos lados del Atlántico como en las economías emergentes), en especial en Latinoamérica, gracias al buen comportamiento de la bolsa mexicana. En EE. UU., además, los resultados del 1T 2025 están siendo positivos, lo que también contribuyó a las ganancias en bolsa. En cuanto a la deuda soberana, la estadounidense termina la semana prácticamente plana, tras haber experimentado un movimiento de ida y vuelta. Los tipos implícitos del mercado monetario descuentan tres bajadas de tipos de la Fed, después de que varios responsables señalasen que no tomarían ninguna decisión al menos hasta verano, cuando podrían comenzar a notarse los efectos de los aranceles. También en el caso de la eurozona, tras la rebaja de tipos del BCE del pasado jueves, en la que el banco comunicó que responderá con agilidad en las próximas reuniones en función de cómo evolucione el contexto económico, la rentabilidad de la deuda alemana se ha mantenido prácticamente plana, con las primas periféricas reduciéndose con intensidad a medida que se recobraba el apetito por el riesgo. También el dólar experimentó un movimiento de ida y vuelta para terminar la semana plano frente al euro. En el mercado de materias primas, los precios del Brent registraron ligeros descensos tras las noticias de que los países de la OPEC+ podrían ampliar su producción en junio, mientras que unas previsiones meteorológicas favorables en Europa y el aumento de la oferta por mar provocaron caídas en los precios de la referencia europea del gas natural.
El BCE bajó los tipos y se preparó para responder ágilmente al impacto de los aranceles. El BCE bajó los tipos de interés 25 p. b. en su reunión de abril del pasado jueves, fijando la facilidad marginal de depósito en el 2,25%, el tipo de refinanciación en 2,40% y el de la facilidad marginal de crédito en 2,65%. Además, buscó aumentar su margen de maniobra ante la elevada incertidumbre. Enfatizó su dependencia de los datos y evitó comprometerse para las próximas reuniones, eludiendo incluso cualquier referencia al nivel de tipos neutrales, particularmente difícil de estimar en el contexto actual.
Según el BCE, la incertidumbre comercial y las tensiones financieras están inhibiendo la inversión empresarial y deteriorando las perspectivas económicas de la eurozona, cuyo crecimiento afronta ahora mayores riesgos a la baja que en marzo. Para la inflación, señaló que los riesgos se han vuelto, si cabe, más inciertos, si bien durante esta semana diversos responsables han señalado que se podría alcanzar el objetivo de inflación del 2% hacia finales de año, antes de lo esperado hace apenas unas semanas. Tras la reunión, los implícitos del mercado monetario cotizan entre dos y tres bajadas más de tipos este año, con este último escenario cotizando como ligeramente más probable