Fuentes de la entidad catalana señalan que ahora BBVA deberá analizar y dar información sobre el impacto de estas condiciones, que también implican alejar la posibilidad de una fusión entre ambas entidades hasta que no pasen los tres o cinco años.
Sabadell reitera su confianza en la solidez de su proyecto en solitario y en su capacidad para generar valor para sus accionistas.