La estatua, de más de dos metros de altura, estuvo expuesta hasta 2021, y vuelve ahora a una nueva ubicación, en el Jardín del edificio Sabatini. Su instalación coincide con la retirada del icónico ‘pájaro lunar’ de Joan Miró, una escultura de 1966 que se traslada para su exhibición en la Llotja de Palma con motivo de Paysage Miró. De les trobades i de l’atzar en Miró, exposición que se inaugurará el próximo 16 de julio, y en la que el Museo Reina Sofía colabora con varios préstamos.
Gargallo (Maella, Zaragoza, 1881 – Reus, Tarragona, 1934) fue uno de los tres representantes de la escultura moderna española en París, junto a Julio González y Pablo Picasso. Gargallo se distingue por su dominio del metal y su capacidad para reinterpretar la naturaleza a través de formas estilizadas, incorporando innovaciones tanto en la técnica como en el uso del material.
Grand Prophéte es el gran proyecto final de su autor. Es una gran escultura transparente en bronce fundido, cuyo concepto habría sido imposible de realizar en metal recortado o forjado, por el espesor del metal y el tamaño en el que fue concebida. Gargallo modeló la figura en escayola para su posterior fundición en bronce que por dificultades económicas solo se hizo de forma póstuma, en 1936.