El objetivo es avanzar en su transformación hacia un banco «nativo de IA» donde «cada decisión, proceso e interacción está impulsada por datos y tecnología inteligente».
De esta forma, el grupo presidido por Ana Botín sigue los pasos de su competidor español BBVA, que ya cuenta con un acuerdo con la empresa tecnológica estadounidense desde hace más de un año, y de otras entidades financieras globales, como la británica NatWest y la brasileña Nubank.
El uso de la inteligencia artificial no es un recurso nuevo para el banco cántabro. Santander ya implementa la IA para la detección de fraudes y la mejora del servicio al cliente y en la actualidad está expandiendo sus capacidades de IA generativa en la gestión de productos, crédito, marketing, servicio, operaciones y otras funciones bancarias.
En los primeros dos meses de la colaboración, más de 15.000 empleados del grupo han obtenido acceso a ChatGPT Enterprise de OpenAI. El banco pretende ampliar el acceso al servicio premium de OpenAI a 30.000 usuarios para finales de 2025, lo que supone alrededor del 15% de su plantilla global.
Con el soporte de la IA, Santander busca «transformar los procesos de front-office y back-office y habilitar una banca totalmente conversacional», explica Martín Manjón. Los copilotos de IA se convertirán en «socios de decisión», mientras que los asistentes virtuales gestionarán las transacciones de los clientes. Para apoyar esta transición, el banco está implementando formación en IA personalizada en todos los puestos y mercados para democratizar su uso. Planea, en concreto, implementar formación obligatoria en IA para todos los empleados a partir del próximo año.