Este movimiento se formalizará mediante la suscripción de nuevas acciones en una ampliación de capital pendiente de recibir el visto bueno de las autoridades de competencia
Para poder mantener esa posición, IAG tendrá que desembolsar otros 60 millones de euros, que se suman a aportaciones anteriores, como la realizada a finales del año pasado por valor de 16,75 millones de euros para reestablecer el equilibrio patrimonial de la aerolínea de los Hidalgo y evitar la causa de disolución.
La entrada de Turkish eleva la valoración de Air Europa hasta los 1.153 millones de euros, una cifra superior a los 1.000 millones ambicionados por los Hidalgo antes de la pandemia. Su aterrizaje se produce después de que Lufthansa y Air France-KLM se retiraran del proceso de adquisición parcial de la aerolínea española por no llegar a las pretensiones de la familia Hidalgo, principal accionista con un 80%, que finalmente se decantó por la oferta otomana.
IAG, que hasta ahora contaba con un 20% de Air Europa, ha decidido mantener su participación. La compañía mantiene que su participación es puramente financiera y que la decisión de acudir a la ampliación responde a criterios económicos, para evitar la dilución de su posición.
Tras la operación, el reparto de capital de Air Europa quedará dividido entre un 54% para Globalia, que seguirá teniendo el control de la compañía sin tener que aportar un euro; Turkish Airlines, con un 26% y convertido en socio estratégico, que podrá sentarse en el Consejo de Administración; e IAG, con el restante 20%, que hasta ahora ha declinado participar en el órgano de gestión.
Desde que IAG adquiriera el 20% de Air Europa en 2022 mediante la conversión de un préstamo participativo de 100 millones en acciones, el valor contable de esta inversión ha crecido un 91%, hasta los 191 millones de euros a 30 de junio de 2025, motivo más que suficiente para conservar su posición dado el buen rumbo financiero y operativo que registra su competidor nacional. A esto hay que sumar la revaloración que implica la entrada de Turkish Airlines provoca que el 20% de IAG ya valga, a efectos de mercado, unos 230,6 millones de euros. Aun así, la compañía presidida por Luis Gallego ha tenido que seguir desembolsando fondos por su vínculo con la familia Hidalgo. Por tanto, el objetivo principal del hólding aéreo pasa, en primer lugar, por recuperar todo lo invertido hasta ahora.
En diciembre de 2024, tuvo que abonar 16,25 millones para evitar la dilución de su participación. Meses antes, en agosto, pagó 50 millones a Globalia en concepto de ‘multa’ por retirarse del proceso de absorción que inició años antes, después de que Bruselas elevara las exigencias en materia de competencia para evitar que se produjera ese acuerdo.
La entrada de Turkish en Air Europa responde a su necesidad de devolver, como muy tarde en noviembre, el tramo participativo de 240 millones de euros del rescate público concedido por la SEPI a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE). En caso de no hacerlo, esa parte de la deuda estatal se convertiría en acciones.
Una vez haya devuelto casi la mitad de este préstamo inicial, tasado en 475 millones de euros, la compañía tendrá vía libre para refinanciar el segundo crédito, de 235 millones, lo que le permitiría su perfil financiero al ahorrarse los altos intereses (cifrados en el entorno del 8%) impuestos por el Estado para la concesión del rescate.