El retroceso del negocio de Mercancías, que se deja 28,9 millones, fue la principal causa, aunque el negocio de pasajeros tampoco contribuyó a mejorar el resultado. Los ingresos totales del grupo alcanzaron 2.163,2 millones (+4,1%), sostenidos por el aumento en la venta de billetes en alta velocidad.
La filial de Viajeros continúa con su tendencia al alza fruto de la alta demanda de viajes, aunque no logra dejar atrás las pérdidas. Hasta junio ingresó 1.916,9 millones (+5%) gracias al empuje del AVE, que tuvo dos millones de viajeros más (pasó de 12 a 14,2 millones) y el conjunto de servicios comerciales, que vendieron un 5,8% más, hasta 690 millones.
Estas diferencias responden al aumento de oferta desplegado por Renfe tras la puesta en servicio de los trenes Avril (serie 106) en mayo de 2024, con nuevos servicios a Galicia o Asturias que están siendo un éxito comercial. La compañía también ha revelado públicamente las cifras acumuladas hasta agosto, que dejan un +1,4% de viajes, +6,8% de ingresos brutos y +5,3% de ingresos medios por viajero hasta ese mes.
Los servicios públicos (Cercanías y Media Distancia) elevaron sus ingresos un 0,7%, hasta 151 millones, pese a la retirada de los descuentos; a lo que se suma una mayor compensación estatal por estos servicios, que superó el umbral de los mil millones hasta 1.015 millones. La demanda de este tipo de servicios creció un 7,7% en Madrid, hasta 132 millones de viajeros; frente a una caída del 4,8% en Cataluña, pasando de 64,9 a 61,8 millones. En el resto de núcleos, crecen un 1,2% interanual.
El ebitda de Viajeros se situó en máximos de los últimos años al situarse en 164,1 millones (+21%), frente a los 135,3 millones del 2024. Pero el aumento de las amortizaciones y un peor resultado financiero, que resta casi 30 millones, tiraron hacia abajo del resultado neto, que cerró en -44,8 millones, empeorando un 14%.
Por el contrario, los ingresos de esta división cayeron un 15%, hasta 82,2 millones, con descensos de doble dígito en toneladas transportadas (-21%) y el resto de indicadores. El ebitda sigue en negativo (-17,1 millones) y los márgenes siguen siendo insuficientes para cubrir los costes fijos, lo que podría acabar con la compañía en causa de disolución, un hito que de momento ha logrado esquivar. En consecuencia, el resultado neto se situó en -28,9 millones, su peor cifra hasta la fecha, que muestra la debilidad estructural de esta unidad. Si nada cambia, 2025 será el peor año de este negocio, que continúa agravando las pérdidas sin cerrar el preacuerdo de integración con Medway, filial de la naviera MSC.
En cuanto al resto de divisiones, Ingeniería y Mantenimiento mantiene ingresos estables en 296 millones, pero los altos costes tumbaron el resultado neto hasta los -12,3 millones. Renfe ha anunciado un plan de 1.000 millones para reformular todo este negocio y actualizarlo.
Alquiler de Material Ferroviario sigue en su línea, siendo rentable y aportando ganancias de 2,5 millones; mientras que el AVE a la Meca (Haramain) continúa dando alegrías a Renfe con 4,3 millones de beneficio. La sociedad corporativa (EPE) también tuvo mínimas ganancias.
En términos globales, los gastos del grupo crecieron un 3,8% hasta 1.997,2 millones, con notables subidas en energía de tracción, consumo de materiales o vigilancia de trenes. Todo ello deja un ebitda consolidado de 166 millones, mejorando en un 7,6% el del 2024 y también en máximos respecto a 2024 (154,2 millones) o 2023 (138,1 millones), que sin embargo, es insuficiente para cubrir las amortizaciones y gastos financieros. Tras impuestos, el resultado neto cerró en -81,8 millones.