Los datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que un total de 281.163,66 hectáreas quedaron arrasadas por el fuego entre el 1 de enero y el 28 de septiembre de este año. Esta cifra supone el triple que la media del último decenio (91.312,00 hectáreas) y a ella ha contribuido especialmente un agosto especialmente golpeado por fuegos que se prolongaron durante semanas sobre todo en Castilla y León, y Galicia.
El registro histórico de Transición Ecológica, al que tuvo acceso Servimedia, indica que para encontrar un año peor en materia de incendios forestales hay que remontarse a 1994, cuando quedaron incendiadas 437.602,50 hectáreas.
Aunque queda un trienio por cerrar 2025, este año ya cuenta con más superficie quemada por incendios forestales que 2022, que cerró con cerca de 268.000 hectáreas arrasadas por el fuego. Hasta el 28 de septiembre de este año se registraron 7.118 siniestros forestales, de los que 2.221 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 4.897 conatos (con menos de una hectárea quemada). De las hectáreas afectadas, que abarcan un 1,011% del territorio nacional, un total de 46.008,68 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 151.475,45 hectáreas de matorral y monte abierto, y 83.679,53 de superficie arbolada.