«Nosotros no queremos revertir la pirámide poblacional importando millones de inmigrantes, nosotros queremos impulsar la natalidad nacional y ese es nuestro compromiso y en eso vamos a trabajar», ha declarado el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, en unas declaraciones que marcan la línea roja de la formación verde frente a las políticas migratorias del Gobierno de Pedro Sánchez.
Para Garriga los responsables del desastre demográfico español son el Partido Popular y el Partido Socialista que, durante más de 45 años, «no han protegido ni han defendido a la familia como el pilar fundamental de la sociedad».
El número dos de Vox, que ha estado acompañado de la portavoz nacional de Familia y Asuntos Locales, Ainhoa García Flórez, y del portavoz municipal y regional, David Moreno, ha sido especialmente duro al describir las consecuencias de estas décadas de abandono institucional: una generación entera «condenada» a no poder acceder a una vivienda, familias con más dificultades que nunca para llegar a fin de mes, y jóvenes sin esperanza en su futuro. Un cóctel explosivo que, según la formación, ha llevado a España al borde del colapso demográfico.
Por otro lado, la formación conservadora ha apostado por una política basada en la disminución del «gasto superfluo» en las administraciones públicas para poder destinar estos recursos a lo que consideran prioritario: reforzar sanidad, educación, seguridad y, sobre todo, políticas de apoyo a la familia española.
El Grupo de Respuesta Nacional de Familia, liderado por Ainhoa García Flórez, será el encargado de coordinar esta ofensiva en los diferentes territorios donde Vox tiene capacidad de influencia. Una apuesta clara por situar la natalidad nacional en el centro del debate político, frente a lo que consideran la «solución fácil» de la inmigración masiva que propugnan otros partidos.
Vox deja así sobre la mesa su receta para un problema que, según denuncia, ninguna otra formación está dispuesta a abordar con valentía: más apoyo a las familias españolas, más natalidad autóctona y un rotundo no a convertir la inmigración en la respuesta al invierno demográfico que atraviesa España.