Esto, ha llevado a la compañía a anticipar que el volumen disminuya ligeramente para el conjunto del ejercicio. «Prevemos una continua volatilidad macroeconómica que podría afectar a nuestros consumidores, incluyendo una confianza débil, presiones inflacionarias globales y devaluaciones monetarias frente a un euro más fuerte. Nuestro negocio continúa adaptándose con agilidad a las condiciones actuales del mercado. Dado el difícil trimestre que acabamos de terminar, y basándonos en nuestra evaluación actual de la demanda de los consumidores a corto plazo, prevemos que el volumen disminuya ligeramente para el año 2025», ha explicado la empresa neerlandesa.
Por ello, considerando las perspectivas de volumen y «nuestra confianza en el logro de nuestros objetivos de productividad, anticipamos que el crecimiento de nuestro beneficio operativo orgánico (BEIA) para todo el año se situará en el extremo inferior de nuestra previsión del 4% al 8%».
Respecto a las cifras de la compañía, las ventas han mostrado un descenso del 3,6% en Europa y del 5,5 % en el continente americano entre julio y septiembre; mientras que la facturación bruta ha sido de 8.712 millones de euros, un 4% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Por otro lado, las ventas de cerveza se han situado en 59 millones de hectolitros, un 4,3% menos frente a los 61,9 millones del tercer trimestre de 2024 ante los retrocesos en Brasil, Estados Unidos, Francia, Italia y Polonia.