El volumen de préstamos dudosos alcanza los 35.378 millones, con un aumento de 5.000 millones desde agosto de 2024. Y es que, la morosidad de la banca española repunta con respecto al mes anterior y se sitúa en agosto en el 2,93%, ligeramente por encima del 2,92%, en el que ha sido su tercer mes consecutivo por debajo del 3%. Con todo, la tasa se mantiene en mínimos desde finales de 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers que desencadenó en una crisis financiera. Según los datos publicados este miércoles por el Banco de España, el volumen de dudosos cayó en 38 millones, hasta los 35.378 millones.
En comparativa interanual, el descenso es más significativo al caer en más de 5.000 millones, hasta los 35.278 millones, en línea con la cartera crediticia, que pasa de los 1,21 a los 1,2 billones. La favorable evolución del mercado de trabajo, que ha superado los 21,8 millones de ocupados y la rebaja de los tipos de interés por parte del Banco Central que permanecen en el 2% desde la reunión de julio, presionan a la baja la tasa de impagos.
El pico más alto de toda la serie histórica se contabilizó en agosto de 2014, cuando la morosidad rebasó el 14,2%. Desde entonces, la reducción ha sido paulatina y tras un breve ‘impasse’ a principios de 2024 en el que experimentó una reversión al alza, la tendencia ha sido desinflacionaria a medida que el BCE comenzó con las bajadas de los tipos de interés.
El Banco de España diferencia entre la morosidad de bancos, cajas y cooperativas de crédito, que pasa del 2,83% al 2,84%. En este caso, el saldo de impagados alcanza los 32.815 millones, mientras la de los establecimientos financieros de crédito se eleva cuatro décimas hasta el 5,65%. El incremento se produce desde los mínimos anuales del mes anterior.
Hay que tener en cuenta que el saldo vivo superó en agosto los 703.622 millones, un 3,6% más con respecto al mismo periodo del año anterior, en gran parte por el incremento del crédito al consumo, que ha aumentado un 8,6%, en el que supone su mayor alza desde enero de 2009.