Lo ha hecho, poco después de empezar el encuentro a puerta cerrada con la ejecutiva de la formación postconvergente, una cita que ha de servir para realizar una voladura controlada de los puentes con los socialistas. Los presentes, que incluyen a la camarilla de confianza de Puigdemont –encabezada por Jordi Turull y Míriam Nogueras– pero también a todas las vocalías del partido y a los siete diputados del Congreso, están debatiendo en estos momentos en qué debe consistir esta ruptura, y qué alcance ha de tener. Se espera que sea una reunión larga: la rueda de prensa para dar a conocer el veredicto está convocada a las 17h.
El momento es decisivo para Junts, ya que se juegan una credibilidad muy minada a fuerza de repetir ultimátum tras ultimátum. La opción de apoyar una moción de censura junto a PP y Vox, aunque fuera instrumental y con el único objetivo de convocar elecciones, no convence a la mayoría, pero es uno de los puntos que se están debatiendo en el coworking Les 5 Éléments.
Entre los partidarios de evitar el frentismo y aprovechar la coyuntura para intentar exprimir al Gobierno, gana peso la idea de un «bloqueo total» en el Congreso, que en la práctica implicaría pocos cambios para el Gobierno, dado que es lo que Junts viene practicando de un tiempo a esta parte.
La presión de Aliança Catalana y la movilización de los alcaldes de Junts, sumado a los constantes incumplimientos del Gobierno y el desprecio a la indignación de Puigdemont, han calentado el ambiente y adelantado una decisión que esperaban no tener que tomar hasta Navidad. «Antes de los turrones», decían hace unas semanas. Con los dulces navideños trocados en castañas, esta tarde se conocerá la decisión final de Puigdemont y sus implicaciones. De cualquier forma, el veredicto se someterá a votación de los cerca de 6.400 militantes de Junts para validarlo.
En este ambiente, la portavoz socialista, Mínguez, ha subrayado que su formación mantiene la «mano tendida» hacia Junts pese a la decisión de la formación de Carles Puigdemont de romper los pactos con el PSOE y apuesta por «el diálogo» y la «búsqueda de acuerdo» porque cree que «vale la pena» seguir gobernando.

