Y no es broma, ni coincidencia con la noche terrorífica que nos aguarda con niños llamando al las puertas y diciendo eso de truco o trato y metiendo la mano en una bolsa de caramelos disfrazados de todo tipo de monstruos, costumbre que nos ha llegado de allende los mares y que ocupa ya un lugar preminente entre las aficiones infantiles.
Pero volvamos al miedo de Montero y sus compañeros. Si no tuviesen nada que ocultar no harían las cosas que hacen y se metiesen en los enredos en los que se meten como en el uso y abuso de la dana y el presidente de la Generalitat. Y es que tratar de tapar el escándalo de los millones cobrados pro unos y otros como comisiones por esto y aquello, es ya imposible de taponar y les terminara arrastrando a la cienaga.
Además, todo lo que hacen se les termina torciendo porque las mentiras tienen las patas muy cortas y en el caso del no-funeral, montaje cutre y absurdo como el que mas, en el que Sánchez utilizo a los Reyes y tarto de mantear a Mazón hoy se ha sabido a través de Pilar Esquinas, abogada y representante de la familia de tres víctimas, que el acto estuvo «cuidadosamente controlado desde Moncloa» y que los gritos contra el presidente valenciano, Mazón, fueron «orquestados para tapar los abucheos dirigidos a Pedro Sánchez». Según relata Esquinas a The Objective, su grupo entró por la puerta sur del recinto, fuera del protocolo previsto, y el ambiente ya estaba «preparado para el ruido». Explica que «las asociaciones ideológicamente afines a la izquierda fueron situadas en el área más visible, junto a las cámaras de TVE», mientras que las demás familias de las víctimas «se encontraban dispersas y tuvieron trabas para acceder al interior». Añade que «colocaron a los que iban a gritar a Mazón justo al lado de la televisión pública. Fue un montaje. El ruido contra Sánchez se oyó menos porque estaba preparado para que así fuera»
En, fin que las cosas son como son y no como nos las cuentan los medios dirigidos y fieles al patrón Sánchez,
Y claro, una vez que se van conociendo los acontecimientos, miedo es poco para como se respira en Ferraz, al menos entre los empleados de a pie conocidos y que no saben donde meterse por si acaso les pasa algo o les preguntan algo.

