ACS ha acordado la venta del 50% del negocio de transportes de su filial australiana UGL al gigante japonés Sojitz Corporation, según fuentes del mercado conocedoras. Aunque los términos finales del acuerdo se desconocen, la operación se valora en el mercado en el entorno de los 1.000 millones de dólares australianos (más de 560 millones de euros al cambio actual) para el 100% de la empresa. De este modo, los ingresos para el grupo español se elevarían al entorno de los 500 millones de dólares australianos (280 millones de euros).
Cimic, la filial de cabecera de ACS en Australia, contrató en los primeros meses del año a Macquarie Capital para pilotar la desinversión de UGL Rail.
El proceso atrajo a diversos grupos industriales y fondos de inversión. Entre los nombres que saltaron a la escena mediática en Australia figuran los de los fondos Platinum, dueño en España de Urbaser, y Pacific Equity Partners, o las empresas de servicios australianas Ventia -antiguamente controlada por Cimic- y Service Stream.
Sin embargo, ha sido la japonesa Sojitz la que se ha impuesto en la puja final para entrar en el capital de la filial de transporte de UGL, a la que, según publicó ‘The Australian’, también se habrían presentado otras firmas niponas y fondos de capital privado, sin revelar su identidad.
El acuerdo entre ACS y Sojitz es firme y el cierre de la transacción ya está solo pendiente de las autorizaciones habituales. La pretensión es completar la compraventa del 50% de UGL Rail antes de finalizar el presente ejercicio o en las primeras semanas de 2026. Cimic conservará el 50% restante y gobernarán conjuntamente la sociedad.
La división de transporte de UGL está especializada en la construcción, operación y mantenimiento de infraestructuras ferroviarias y de material rodante. En su trayectoria figura la ejecución de más de 11.000 vagones y el mantenimiento de alrededor de 3.000 convoyes. La empresa australiana opera cinco importantes empresas de transporte público en Melbourne, Canberra, Sidney y Adelaida, en Australia, y en Auckland, en Nueva Zelanda.
