La reducción de la tasa AROPE se produjo en sus tres componentes. Así, el porcentaje de población en riesgo de pobreza descendió del 21,7% al 20,4%; el de personas residentes en hogares con carencia material y social severa disminuyó seis décimas, hasta el 7,7%; y el de población en situación de baja intensidad en el empleo pasó del 11,6% al 8,6%.
Por grupo de edad, la tasa AROPE bajó un punto entre los menores de 16 años, y 2,7 puntos en el grupo de 16 a 64 años. Por el contrario, subió 0,8 puntos entre los de 65 y más años. En 2022 (con datos de renta de 2021), un 1,5% de la población estaba a la vez en situación de riesgo de pobreza, con carencia material y social severa, y con baja intensidad en el empleo.
Ingresos medios y umbral de riesgo de pobreza
El ingreso medio por persona, referido a 2021, alcanzó los 13.008 euros, cifra un 6,0% superior a la registrada el año precedente. Siguiendo los criterios de Eurostat, el umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la media de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Por tanto, al crecer los ingresos por persona también aumenta el umbral de riesgo de pobreza.
En 2022 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona (calculado con los datos de ingresos de 2021) se situó en 10.088 euros, un 5,8% más que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 21.185 euros.
Población en riesgo de pobreza
El riesgo de pobreza es un indicador relativo que mide desigualdad. No mide pobreza absoluta, sino cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población. En 2022 (teniendo en cuenta los ingresos de 2021) el porcentaje de población con ingresos por debajo del umbral de riesgo de pobreza (la llamada tasa de riesgo de pobreza) se situó en el 20,4% de la población residente en España, frente al 21,7% del año anterior. Por grupo de edad, la tasa de riesgo de pobreza se redujo un punto para los menores de 16 años y 1,9 puntos para el grupo de edad de 16 a 64 años. Por el contrario, subió 1,2 puntos para las personas de 65 y más años.
Población en situación de carencia material y social severa
Se considera que una persona está en situación de carencia material y social severa si declara tener carencia en al menos siete elementos de los 13 de la lista siguiente que se preguntan en la encuesta (siete definidos a nivel de hogar y seis a nivel de persona):
A nivel de hogar:
• No puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año.
• No puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.
• No puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
• No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (de 800 euros) .
• Ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad…) o en compras a plazos en los últimos 12 meses.
• No puede permitirse disponer de un automóvil.
• No puede sustituir muebles estropeados o viejos.
A nivel de persona:
• No puede permitirse sustituir ropa estropeada por otra nueva.
• No puede permitirse tener dos pares de zapatos en buenas condiciones.
• No puede permitirse reunirse con amigos/familia para comer o tomar algo al menosuna vez al mes.
• No puede permitirse participar regularmente en actividades de ocio.
• No puede permitirse gastar una pequeña cantidad de dinero en sí mismo.
• No puede permitirse conexión a internet.
El porcentaje de población en situación de carencia material y social severa en 2022 se situó en el 7,7%, frente al 8,3% del año anterior. De los siete conceptos definidos a nivel de hogar, el que más empeoró en 2022 fue no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada (17,1%, frente a 14,3%). Por su parte ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en los últimos 12 meses mejoró situándose en el 13,2%, frente al 14,4% del año anterior.
La carencia material y social severa solo se puede calcular desde 2014, cuando se introdujeron las nuevas preguntas en el cuestionario de la encuesta.
Respecto a la importancia que tiene el nivel de formación, el 36,1% de la población que ha alcanzado un nivel educativo equivalente a educación primaria o inferior estaba en riesgo de pobreza o exclusión social en la ECV de 2022 (con ingresos del año 2021). Por su parte, cuando el grado alcanzado era la educación superior, dicha tasa se reducía al 14,1%.
Por tipo de hogar, el 49,2% de las personas que vivían en hogares formados por un adulto con hijos dependientes a cargo se situaba en riesgo de pobreza o exclusión social en 2022. En relación con la actividad, el 55,7% de los parados estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 16,5% de los ocupados y el 17,4% de los jubilados. Por nacionalidad, el porcentaje de personas por debajo del umbral de riesgo de pobreza o exclusión social era del 21,9% para los españoles, del 39,6% para los extranjeros de la Unión Europea (UE) y del 60,4% para las personas cuya nacionalidad no era de un país de la UE.
Dificultades económicas de los hogares en 2022
Si bien los ingresos recogidos en la ECV corresponden al año anterior a la entrevista (2021), además de los elementos de la carencia material y social también se preguntan otras cuestiones que describen la situación económica percibida en el momento de la entrevista, que tuvo lugar en el segundo cuatrimestre de 2022. Así, el 8,7% de la población manifestó llegar a fin de mes con “mucha dificultad” en 2022. Este porcentaje fue 0,1 puntos inferior al registrado el año anterior.
Por su parte, el 35,5% no tuvo capacidad para afrontar gastos imprevistos, frente al 33,4% del año 2021. Y el 33,5% de la población no se pudo permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año. Este porcentaje fue 0,8 puntos superior al registrado en 2021.
Distribución de los ingresos y otros indicadores de desigualdad
El ratio S80/S20, usado para medir desigualdades en los ingresos, compara la suma de los ingresos del 20% de la población de mayores ingresos con la del 20% de la población con menores ingresos. Tomando los ingresos de 2021 su valor fue de 5,6, con una reducción de seis décimas respecto al año anterior. Otro indicador para analizar la desigualdad es el Índice de Gini. Es una medida de desigualdad que toma el valor cero en caso de equidad perfecta y el valor 100 en caso de máxima desigualdad.
Mediante este índice se observa también un aumento de la desigualdad de ingresos. Teniendo en cuenta los ingresos de 2021 el índice de Gini se redujo un punto y situó su valor en 32,0.
Resultados por comunidades autónomas
Los ingresos medios anuales más elevados (en 2021) se dieron en País Vasco (16.427 euros por persona), Comunidad Foral de Navarra (15.970) y Comunidad de Madrid (15.695). Por su parte, los más bajos se registraron en Extremadura (10.133 euros por persona), Región de Murcia (10.632) y Andalucía (10.703).
En cuanto a las tasas AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social, las más elevadas se dieron en Extremadura (36,9%), Canarias (36,2%) y Andalucía (35,8%).
En el lado contrario, Comunidad Foral de Navarra (14,5%) y País Vasco (15,7%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas. Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas se dieron en Extremadura (30,0%), Canarias (29,4%) y Andalucía (29,1%). Comunidad Foral de Navarra (10,9%) y País Vasco (12,2%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más bajas.
Canarias (13,4%), Andalucía (11,7%) y Extremadura (11,0%) fueron las comunidades autónomas con mayores porcentajes de personas que llegaban a fin de mes con “mucha dificultad” en 2022. Las que presentaron los menores porcentajes fueron La Rioja (3,3%), País Vasco (3,9%) e Illes Balears (5,7%). El 57,2% de la población de Canarias, el 44,7% de la de Región de Murcia y el 44,7% de la de Andalucía no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos en 2022. En el lado contrario se situaban País Vasco (18,7%) y La Rioja (19,6%).
Andalucía (45,2%), Extremadura (42,3%) y Región de Murcia (41,9%) presentaron los mayores porcentajes de personas que no podían permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año en 2022. Los porcentajes más bajos correspondieron a La Rioja (18,3%), País Vasco (18,7%) y Comunidad de Madrid (21,3%). En el caso de hogares con retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos, Illes Balears (20,5%), Canarias (20,0%) y Andalucía (16,3%) presentaron los porcentajes de población más altos. Por el contrario, Cantabria (5,3%) y País Vasco (7,2%) registraron los más bajos.