Sin embargo, no hay que negar la realidad de los hechos y estos son que : los españoles perdieron el pasado año una media 5,5 puntos de poder adquisitivo, como fruto de un avance salarial promedio pactado en los convenios del 2,9% y un incremento de los precios del 8,4% medio anual.
En concreto, un informe de Oxfam Intermón ha puesto cifras a esta pérdida del poder de compra en España en 2022: 1.523 euros de media habrían perdido los trabajadores españoles el año pasado, el equivalente a casi 11 días de trabajo. En este tiempo, las empresas cotizadas habrían incrementado casi un 27% sus beneficios.
Y claro este ultimo argumento, manejado desde la cabecera de una manifestación del 1º de Mayo hace que los sindicatos, subvencionados en abundancia `por el Gobierno Sánchez, se conviertan en una perfecta lanzadera contra empresarios y adversarios del habitantes de La Moncloa. No es de extrañar por tanto que los posibles argumentos en favor de los trabajadores se hayan sustituido `por las amenazas directas contra empresas y empresarios. Circunstancia esta que augura una dificultosa y tortuosa recuperación del dialogo social, porque si todo se centra en atacar al creador de empleo y machacarlo con acusaciones e incrementos fiscales la respuesta puede ser la desaparición de la empresa, ya que puede llegar a ser mas rentable emigrar con armas y bagajes que exponerse a la expropiación, que puede llegar a ser el siguiente escalón de la diatriba sindical apoyada por los ministros radicales y comunistas de un Sánchez sometido a sus deseos, claramente arrodillado ante sus peticiones que imposibilitan un gobierno teóricamente socialista como el que probablemente muchos de sus votantes esperaban.