Las estadísticas se muestran favorables al ser comparadas con un 2022 catastrófico para el sector, asfixiado por la crisis de los microchips y los cuellos de botella en el transporte de vehículos. En concreto, según han informado este martes las asociaciones de fabricantes de automóviles Anfac y distribuidores Faconauto y Ganvam, el primer cuatrimestre del año cierra con un total de 312.314 unidades vendidas, una subida del 33,7%. Sin embargo, el crecimiento sitúa a las matriculaciones muy lejos de los ritmos y volúmenes de ventas previos a la pandemia, cuando en un mes de abril, por ejemplo, se registraban volúmenes por encima de las 100.000 unidades vendidas. En comparación con 2019, el mercado se sitúa un 28,4% por debajo.
De hecho, el crecimiento de abril contrasta con los grandes avances registrados en los tres primeros meses del año: enero, con una subida del 51%; febrero, del 19,1% y marzo, del 66,1%.
En este contexto, respecto a las matriculaciones por canales, las ventas de turismos y todoterrenos dirigidas a empresas y alquiladoras logran mejorar respecto al año anterior. Las empresas se sitúan como el principal canal de venta, con 30.615 unidades, un 8,9% más que 2022. Además, las matriculaciones para el rent a car mejoran un 30,6%, hasta las 15.753 unidades. Por su parte, las ventas dirigidas a particulares se reducen respecto al año pasado, decreciendo un 1,9%, con un total de 28.381 matriculaciones.
En cambio, las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros suman en abril 10.635 unidades vendidas, que supone un crecimiento del 12,9% respecto al año pasado. En el primer cuatrimestre de este año, el mercado mejora un 25,8%, alcanzando las 44.796 unidades. Por canales, solamente las ventas de ligeros a empresas logran aumentar respecto al año anterior, creciendo un 40,2%, con 7.565 ventas. Por su parte, tanto las ventas a autónomos como a alquiladoras se reducen un 27,7% y un 19,2%, respectivamente.