Desde que el Gobierno italiano de Giorgia Meloni tomase la decisión de destituir al CEO de Enel, Starace, que ha cumplido tres mandatos de tres años (lo habitual en el caso de las empresas públicas italianas) el destino de Bogas se ha ligado al del que ha sido su superior en estos años. Starace será sustituido por el arquitecto Flavio Cattaneo, hasta ahora vicepresidente ejecutivo de la compañía ferroviaria pública de alta velocidad, Italo. Por su parte, Paolo Scaroni será el nuevo presidente no ejecutivo del grupo.
La salida de Bogas era esperada y lo más probable es que, en función de las presiones de Sánchez, se mantenga en el puesto hasta finales de año. Con una trayectoria de 40 años en Endesa, Bogas es un histórico del sector eléctrico. La duda en el Gobierno, que está dando la batalla en favor de Bogas, es si le sustituirá algún directivo de dentro, que pudiera mantener cierta continuidad, o si se opta por alguien externo, español o italiano. En este último caso, se barajaría una mujer.
De momento hay que esperar y ver como se desarrolla la junta de la matriz italiana no exenta de problemas ya que por primera vez, un accionista minoritario, el fondo de inversión británico Covalis, con apenas el 1% del capital, hará frente a la propuesta del Gobierno italiano con una lista alternativa de seis candidatos independiente para el consejo. Entre ellos, figuran dos españoles: Daniel Lacalle y Paulina Beato.En cualquier caso, se da por hecho que la propuesta del Estado italiano, con casi un 30% directa e indirectamente, saldrá adelante sin ningún peligro y que Cattaneo será nombrado consejero delegado por tres años.
De cualquier forma, si se produce su salida, Bogas recibiría más de 21 millones de euros, procedentes de una indemnización de 7,34 millones de euros netos a los que hay que sumar los 13,8 millones acumulados en su plan de pensiones.