Éste es el delicado escenario al que se enfrenta Raúl Morodo, el que fuera embajador de España en Venezuela durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero. El juez de la Audiencia Nacional (AN) Abascal, a cargo del conocido como ‘caso Morodo’, ha abierto juicio oral tras indagar sobre los más de 4,5 millones de euros que Morodo y su círculo más íntimo habrían recibido, presuntamente, de manera irregular, de la petrolera venezolana PDVSA,
En el auto de apertura de juicio oral del magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 1, al que ha tenido acceso El Debate, se remiten las actuaciones para sentar en el banquillo de los acusados, además, al hijo del exdiplomático, Alejo Morodo y a la esposa de éste, Ana Catalina Varandas, por sendos delitos de fraude a la Hacienda Pública que ambos habrían cometido entre los años 2013 y 2017. Para ellos, el Ministerio Público endurece la solicitud de penas: 8 años y medio de prisión para cada uno de ellos y multas que ascienden hasta los 4 millones de euros por cabeza.
No en vano, de acuerdo con el escrito de calificación preliminar, la fiscal Ana Cuenca apunta a unas responsabilidades civiles en el caso de Morodo hijo y su esposa que, de ser condenados, tendrían que indemnizar al erario español, de manera solidaria, con 617.442€ por la defraudación del ejercicio 2013; Alejo Morodo, individualmente, con 315.273€ por el de 2014; Raúl Morodo con 126.222€ por 2014; y Ana Catarina Varandas con 435.970€ por la defraudación de 2017.
Las pesquisas desarrolladas por el magistrado Absacal, tras la querella interpuesta por Anticorrupción, en enero de 2019, han terminado por aportar pruebas concluyentes de los presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública perpetrados por Morodo, su hijo y varios terceros, personas físicas y jurídicas, vinculados a la supuesta trama orquestada entorno al exdiplomático. Una organización en la que se señaló, desde un principio a los venezolanos Carlos Adolfo Prada Gómez y Juan Carlos Márquez Cabrera, este último ya fallecido.
Entre todos ellos, presuntamente, distrajeron un total de 4,5 millones de euros, recibidos de PDVSA, «carentes de justificación real y lógica comercial». Sin embargo, en enero de este mismo año, y a petición de la Fiscalía, la causa se dividió en dos derivadas, la trama principal o ‘caso Morodo’ y la conocida como ‘caso Venezolanos’ porque, si bien «ambos casos mantenían la conexidad inicial, estaban perfectamente diferenciados y dotados de elementos propios» para ser juxgados por separado.
Ahora, en su auto, Abascal da a los acusados hasta el 5 de junio para presentar su escrito de defensa, y apunta que ese plazo es proporcional al otorgado a las diferentes acusaciones dada la complejidad de la causa. Además, señala que se ha de requerir a los tres una relación de bienes y derechos de los que sean titulares
para garantizar futuras responsabilidades civiles o pecuniarias, y les da quince días para presentar esa lista.
Eso sí, acuerda mantener la libertad provisional para los acusados con las cautelares previstas y que consisten en dejar constancia del domicilio en España donde residen y la obligatoriedad de comparecer a los llamamientos judiciales que sean precisos.
Además, Abascal señala que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional es el órgano competente para el enjuiciamiento y fallo de la causa, y apunta que el juicio oral recae sobre la Sección Tercera
En su escrito de acusación, la Fiscalía ponía el foco en su escrito entre los años 2007 y 2015, cuando Alejo Morodo habría centrado su «actividad profesional en la supuesta prestación de servicios de asesoramiento legal y consultoría internacional», que le habrían generado «cuantiosas rentas».
Anticorrupción explica que Alejo Morodo se valió de «relaciones entabladas por su padre con altos cargos de Venezuela durante los años 2004 a 2007 en los que ejerció el cargo de embajador de España» para así iniciar «una supuesta relación contractual con la empresa pública venezolana PDVSA para la prestación de servicios de asesoría legal y consultoría internacional que se extendió hasta el año 2014».
«Con el fin de defraudar a la Hacienda Pública española, consciente de que la debida tributación de esas rentas por el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) le supondría un considerable desembolso económico, decidió interponer tres sociedades instrumentales para que facturaran formalmente esos supuestos servicios, eludiendo así tributar sus rentas por el IRPF para hacerlo con el menor tipo impositivo que le ofrecía el Impuesto de Sociedades», sostenía el Ministerio Público.
En la «ejecución de esta ilícita actuación», indica Anticorrupción, «participaron Ana Varandas y Raúl Morodo». En el caso del exemabajador, añade la Fiscalía, «también ocultó a la Hacienda Pública las ganancias que percibió con cargo al patrimonio de dos de aquellas sociedades».
La Abogacía del Estado, en su escrito de acusación interesa que Alejo Morodo sea condenado a 4 años de cárcel por un delito contra la Hacienda Pública por el IRPF del ejercicio 2013 y a 3 años y 6 meses de prisión por un delito del mismo tipo por el IRPF del ejercicio 2014.En este sentido, solicita que se imponga a Varandas una pena de 4 años de cárcel por un delito contra la Hacienda Pública por el IRPF del ejercicio 2013 y 3 años de prisión por un delito del mismo tipo en relación al IRPF del año 2017. Por último, insta a que Raúl Morodo sea condenado a 2 años y 8 meses de prisión por un delito contra la Hacienda Pública por IRPF del ejercicio 2014.
La Abogacía del Estado también pide que el matrimonio indemnice conjunta y solidariamente en concepto de responsabilidad civil a la Hacienda Pública un total de 617.442,62 euros por la defraudación cometida en la declaración del IRPF del ejercicio 2013.
Asimismo, solicita que Alejo Morodo indemnice con 315.273,52 euros por la defraudación cometida en la declaración del IRPF del ejercicio 2014 y que Raúl Morodo aporte 126.222,23 euros por ese mismo ejercicio.
Por último, pide que Varandas indemnice a la Hacienda Pública con una cantidad de 435.970,43 euros por la defraudación cometida en la declaración del IRPF del ejercicio 2017.
El sindicato Manos Limpias, cuyo presidente Miguel Bernad interpuso la denuncia, es la acusación que contempla penas más elevadas. Así, ha pedido que Alejo Morodo sea condenado a 18 años y 6 meses de cárcel por un delito de organización criminal, uno blanqueo de capitales y dos contra la Hacienda Pública.
Además, en el escrito elaborado por la representación legal de Manos Limpias, ejercida por el letrado José María Bueno, se insta a que Varandas afronte una pena de 12 años y 6 meses por los mismos delitos. En cuanto a Raúl Morodo, interesa una condena de 9 años y 6 meses por un delito de organización criminal, otro de blanqueo de capitales y uno contra la Hacienda Pública.
Manos Limpias también pide que sean condenados a indemnizar a la Hacienda Pública en la misma cantidad solicitada por la Abogacía del Estado.
Por su parte, la Agencia Tributaria, personada también como acusación, interesa para el exembajador la pena de 2 años y 8 meses de prisión por un delito contra la Hacienda Pública por el IRPF del ejercicio 2014. Para Alejo Morodo solicita 4 años de prisión por el ejercicio de 2013, y 3 años y 6 meses por el de 2014; mientras que para su esposa interesa 4 años por el IRPF de 2013, y 3 años de cárcel por el delito contra la Hacienda Pública por IRPF del ejercicio 2017.