El Banco de Inglaterra mantuvo el tipo de referencia en el 4% y acordó reducir el ritmo de reducción de sus tenencias de deuda pública británica, mientras que el Norges Bank recortó tipos en 25 p. b. hasta el 4%, pero con un tono más cauteloso de cara al futuro.
Reino Unido
El Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo el tipo de interés de referencia en el 4,00%, como esperaba el mercado. La decisión recibió siete votos a favor en el Comité de Política Monetaria, ya que los otros dos miembros hubiesen preferido una reducción de 25 p. b.Como cada septiembre, el Comité decidió el ritmo al que continuará disminuyendo sus tenencias de bonos del Estado durante los próximos 12 meses (ya sea con ventas activas de bonos o el vencimiento de bonos sin reinversión). Tras varios años con un ajuste de 100.000 millones de libras, el BoE ha recortado esta cifra hasta 70.000 millones, lo que supone la primera reducción desde 2022, cuando comenzó a deshacerse de sus tenencias de gilts. El gobernador Bailey ha dicho que «el nuevo objetivo le permite seguir reduciendo el tamaño del balance del banco y, al mismo tiempo, minimizar el impacto en el mercado de bonos soberanos». Los bonos soberanos a largo plazo alcanzaron a principios de septiembre su nivel más alto desde 1998 (5,7% el de 30 años).La inflación ha repuntado –según lo esperado– en los últimos meses (el IPC general subió hasta el 3,8% interanual en agosto), pero se espera que ya desde el 4T comience a descender hacia el objetivo del 2%. Aunque alertan de que los riesgos sobre las presiones inflacionistas a medio plazo siguen siendo importantes.Mantienen el «enfoque gradual y cauteloso» de las últimas reuniones, que «no tienen una senda prefijada», y que el momento y ritmo de nuevos recortes dependerán de la evolución de las presiones inflacionistas subyacentes.
El mercado no anticipa nuevas bajadas adicionales en 2025 y descuenta dos recortes para 2026, lo que dejaría el tipo oficial en el 3,5%.
Noruega
El Norges Bank recortó el tipo de interés oficial en 25 p. b. hasta situarlo en el 4,00%, lo que supone el segundo ajuste desde que comenzó el ciclo de disensión monetaria en junio. Aunque se contempló mantener el tipo, los miembros del Comité optaron por bajarlo, si bien advierten que «lo más probable es que ahora se necesite un tipo de interés más alto que en junio». En el comunicado de prensa se subraya que «una política monetaria restrictiva sigue siendo necesaria» y que cualquier flexibilización debe ser «cautelosa» para que la inflación vuelva al objetivo sin perjudicar la economía.
La economía noruega ha mostrado un desempeño mejor de lo esperado en junio, mientras que la inflación ha evolucionado conforme al escenario previsto por el banco central. No obstante, las perspectivas han cambiado y se espera que se mantenga elevada durante algo más de tiempo, lo que ralentizará su descenso (el banco central ha revisado al alza sus previsiones tanto para la inflación general como para la subyacente y las sitúa por encima del 2% hasta el final del horizonte de proyección en 2028). El Norges Bank no anticipa una reducción significativa de los tipos en los próximos años (ha elevado ligeramente la previsión del tipo oficial hasta el 3,3% para finales de 2028), aunque podría haber nuevos recortes en 2026 si la evolución económica se ajusta a lo previsto actualmente.
El mercado no descuenta nuevas bajadas para lo que queda de año.