En la posterior rueda de prensa el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha anunciado que ha denunciado a la Guardia Civil ante la Fiscalía General del Estado por no respetar su condición de aforado. Según el exministro, ahora que ha tenido acceso a la documentación del caso ha descubierto un oficio en el que los agentes detallan un operativo desplegado el 4 de noviembre de 2023 para interceptar una comunicación que iba dirigida a él.
«Cogieron el sobre, lo abrieron y leyeron su contenido», ha contado. Y dejaron que quien tenía que entregárselo, Joseba García, se lo entregara sin que se percatase de nada. Según él, se incautaron de su correspondencia cuando no podían hacerlo porque estaba blindado -y lo sigue estando- por su condición de aforado. «Se está violentando claramente a un representante electo», según él. «Que se me diga desde cuándo he sido investigado», ha exigido. No obstante, ha afirmado que en ese sobre no encontraron nada más que «un documento de acceso público».
Ábalos ha esgrimido el artículo 535 del Código Penal: «La autoridad o funcionario público que, mediando causa por delito, interceptare cualquier clase de correspondencia privada, postal o telegráfica, con violación de las garantías constitucionales o legales, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público de dos a seis años». En su comparecencia ha negado que tenga un pacto con Koldo García, y mucho menos con el Gobierno o el PSOE. «No hay ni siquiera conversaciones, ningún contacto con el Gobierno ni con la dirección del partido», ha remachado. También ha dejado claro que no dejará su acta de diputado.
Como se ha sabido en el documento que ayer presento la defensa del ministro ante el TS se señala ya que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en su informe del 8 de octubre, reproduce «de forma recortada e incompleta» una conversación de WhatsApp del 29 de julio de 2021 entre su exasesor, Koldo García, y Manu V., un amigo del hijo de Ábalos. Los agentes relacionan los mensajes con el chalé de La Alcaidesa en Cádiz, donde estuvo alquilado el exministro aquel año, pero Ábalos explica que, en realidad, se referían a otro piso.
La UCO sostiene en el informe inicial que Manu V. realizó «una gestión relacionada con el inmueble», en referencia a la casa gaditana, «que por la correlación temporal con la petición de Ábalos, podría estar relacionada con la copia de las llaves de la vivienda y el alquiler de la misma». Esta «petición» se refiere a otro mensaje que recoge la Guardia Civil del 28 de julio de 2021, un día antes de que se produjera la conversación entre Koldo y Manu V., en el que Ábalos le dice a su asesor «podrías hacer copia de las llaves de la Alcaidesa para [el hijo de Ábalos] y Manu, a ver si lo pueden alquilar a turistas».
De estos mensajes, la unidad de élite extrae la posibilidad de que Ábalos quisiera enriquecerse a través del alquiler del chalé del que él mismo era arrendatario: «Resulta reseñable que citase la posibilidad de alquilarla, y por lo tanto, obtener un rédito económico de ella, reforzando la disponibilidad real que tenía de este inmueble». El exministro recoge este párrafo en su escrito, y niega que su intención fuera alquilarlo, precisamente porque ya lo estaba. Con las dos capturas de pantalla que ha entregado al Supremo, trata de demostrar que, en su conversación, Koldo y Manu V. se referían a otra casa, en concreto a un piso en Marbella, donde estaba este último, y que la UCO aportó una información incompleta. «Se puede apreciar el sesgo», dice Ábalos.
En el informe de la Guardia Civil, en lugar de aparecer la conversación completa, tan sólo lo hacen los mensajes «y por cierto mil gracias por el tema de la casa» y «sabes que encantado», hecho que Ábalos critica porque considera que induce a consideraciones erróneas.