El presidente de Abanca, Escotet, ha avanzado que la entidad recurrirá, «en el debido momento», el impuesto a la banca impulsado por el Gobierno, ya que lo considera «claramente inconstitucional».
A preguntas de la prensa en la presentación de resultados de Abanca de 2022, Escotet ha detallado que este impuesto supone una «cifra relevante» de impacto para el banco, con «casi 50 millones de euros de efecto en la cuenta de resultado».
«Claramente nos pone en desventaja», critica sobre esta medida que «no solo tiene efectos en la aplicación de mayor volumen de crédito, que este año será especialmente relevante», sino que se «aleja de las mejores prácticas europeas» en el sector.
«Nos pone en desventaja dentro de nuestro propio sector», se ha quejado. En su comparecencia en el pasado mes de julio para presentar resultados del primer semestre, ya había denunciado que este impuesto «es dañino para toda la economía».
Resultados de 2022
Abanca obtuvo un beneficio de 217 millones de euros en 2022, lo que supone un 40,7% más, en términos recurrentes, que en el ejercicio anterior, un cuestión que la entidad achaca al «buen» comportamiento del negocio y al control del coste del crédito.
En rueda de prensa, Escotet, ha destacado que se rebaja el dividendo del 40% al 25% en 2023 para «fortalecer la capacidad de afrontar operaciones de alto valor», en una postura «a contracorriente del mercado». Así lo ha expuesto tras subrayar las ocho adquisiciones realizadas por la entidad desde 2015, la última la de Targobank.
Asimismo, Abanca destaca la «alta calidad» de los resultados obtenidos, que en un 94% provienen de negocios bancarios con clientes. Esta ratio era del 89% en 2021.