En función del interés, el grupo que preside Florentino Pérez podría dividir la venta por actividades y así tratar de maximizar el valor de la operación. Se espera la concurrencia compañías industriales y de fondos de inversión.
Con esta desinversión ACS agita aún más la actividad de M&A (fusiones y adquisiciones) en el negocio de los servicios de infraestructuras en España. Sigue los pasos que ya han dado grupos de construcción y concesiones competidores como Ferrovial, Sacyr y OHLA. Comsa se prepara para sacar su división de servicios al mercado y Acciona analizó opciones en el pasado.
La operación, además, da continuidad a la estrategia de la multinacional española de focalizarse en la construcción y explotación de infraestructuras de transporte, con el negocio de autopistas a través de Abertis e Iridium como prioridad, y de última generación y en energías renovables.
En esta línea, a finales de 2021 concretó el traspaso de su filial de servicios industriales, cuyo buque insignia es Cobra, al grupo francés Vinci por más de 4.800 millones de euros. Antes, en 2015, también transfirió su filial de servicios medioambientales Urbaser a China Tianying por cerca de 1.400 millones de euros. En los últimos dos años, el grupo, a través de su filial australiana Cimic, igualmente ha ido desinvirtiendo en la empresa de servicios Ventia, de la que llegó a tener el 50% y ya sólo conserva un 7,3% del capital, del que previsiblemente se desprenderá próximamente. A finales de 2021 Cimic y Apollo sacaron a bolsa el 30% de la firma y este año han transferido cerca del 60% en varias transacciones en bloques.
ACS ya trató de vender Clece, creada en 1992, en 2011. Entonces, incluso llegó a un acuerdo para transferir el 100% a Mercapital y Permira por 608 millones. Sin embargo, la operación se frustró por dificultades para levantar financiación y se reformuló, de manera que el fondo galo se descolgó y Mercapital adquirió el 25% de Clece por cerca de 80 millones en 2012 y dos años después ACS lo recompró, y recuperó el 100%, por 135 millones.
Clece aglutina una multitud de actividades que se diversifican en residencias y servicios de asistencia y ayuda a mayores, servicios educativos y sociales (personas dependientes), ‘facility management’ en edificios de oficinas, hospitales, centros comerciales, espacios de ocio o industrias, mantenimiento de edificios, servicios de logística, seguridad, jardinería, servicios energéticos, limpieza, marketing en espacios públicos, alumbrado público, servicios medioambientales o aeroportuarios. Con más de 75.000 empleados, la compañía concentra la mayor parte de su negocio en España, pero también está presente en Portugal y en Reino Unido, donde ha crecido en los últimos años con compras de empresas de servicios sociales.
Clece generó hasta junio de 2023 el 90% de las ventas en España, con 868 millones, el 9% en Reino Unido (81 millones), y el 1% en Portugal (13 millones) En términos económicos, Clece, que está dirigida por Cristóbal Valderas, ingresó 1.819 millones en 2022, un 10,7% más que en 2021, y obtuvo un resultado bruto de explotación (ebitda) de 97 millones, con un alza del 10,3%. Clece aportó un beneficio neto de 27 millones a ACS en el último ejercicio, dos millones menos que un año antes debido a una mayor fiscalidad y un menor ingreso financiero. Este curso la empresa evoluciona de manera positiva. Sus ingresos subieron en el primer semestre un 6,3%, hasta 962 millones, y su ebitda mejoró un 9,3%, hasta 54 millones, con un beneficio de 16 millones (+1,5%). Por el contrario, la cartera se ha reducido el 1,8%, hasta 2.682 millones, un volumen que equivale a 17 meses de producción. Su deuda financiera neta se situó en junio en 189 millones, frente a los 153 millones de diciembre.