Las actuales obligaciones de almacenamiento, que expiran a finales de 2025, se adoptaron en 2022 a raíz de la guerra de agresión de Rusia a Ucrania con el fin de garantizar el suministro y evitar la volatilidad de precios. De este modo, se mantiene el objetivo vinculante actual del 90% para el almacenamiento de gas, pero con flexibilidad para cumplirlo en cualquier momento entre el 1 de octubre y el 1 de diciembre, lo que reemplaza la fecha límite actual del 1 de noviembre. Las capitales han introducido también la posibilidad de desviarse un 10% del objetivo vinculante del 90% en caso de condiciones de mercado desfavorables que dificulten el llenado de los depósitos. Además, mediante un acto delegado, la Comisión Europea podrá aumentar la flexibilidad para alcanzar el objetivo de llenado hasta en un 5% adicional en caso de persistir condiciones desfavorables del mercado.