Iberdrola se ha reafirmado este martes en la prórroga de la central nuclear de Almaraz y espera llegar a un acuerdo con las otras dos propietarias, Endesa y Naturgy, a cerrar un acuerdo para hacer una «petición formal» al Ministerio para la Transición Ecológica «cuanto antes», en concreto, antes de que el 1 de noviembre venza el plazo para presentar al Consejo de Seguridad Nuclear la documentación para proceder al cierre de la central, tal y como marca la Orden Ministerial que en 2020 autorizó su última licencia, para que el reactor 1 cierre en noviembre de 2027 y el segundo, en octubre de 2028.
Fuentes de la compañía han asegurado que «reafirman su compromiso con la extensión de la vida útil», como también recuerdan que han venido haciendo «públicamente» los responsables de las otras dos propietarias, Endesa y Naturgy.
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En este aspecto, existe unanimidad en las declaraciones por parte de las tres propietarias en que Almaraz debería seguir funcionando por lo menos hasta 2030, un plazo para el que ni siquiera sería necesario que el Consejo de Seguridad Nacional concediese una nueva licencia, ya que la que existe cubre 10 años y se renovó en 2020. Por su parte, fuentes de Endesa han rehusado hacer comentarios este martes.
«Respecto a la solicitud formal de continuidad, los socios trabajan en la gobernanza para lanzarla cuanto antes, al Ministerio de Transición Ecológica, con carácter previo a la entrega de documentación al Consejo de Seguridad Nacional», añaden las fuentes, en alusión a un plazo que terminaría el 1 de noviembre. No han concretado sobre las condiciones de esta prórroga, para la que las propietarias exigen al Gobierno rebajas fiscales y el Gobierno, que no suponga ningún coste económico para los ciudadanos.