En nueve capitales de provincia el esfuerzo para alquilar una vivienda de dos habitaciones supera ese umbral del 30%, llegando a picos del 44% en Barcelona, del 43% en Palma o del 42% en Málaga, según los datos de idealista. La situación más extrema, sin embargo, se da a escala provincial en Málaga, donde las familias deben destinar más de la mitad de sus ingresos, concretamente el 55%, al pago al alquiler. Le siguen Baleares (52%), Barcelona (42%) y Valencia (39%). «La situación de la vivienda en alquiler está en estado de emergencia y próxima a desbordarse en muchas localidades, empujando comprar a las familias que tienen la más mínima posibilidad», alerta Iñareta, portavoz de idealista, que destaca que esto «unido a la bajura de miras de los últimos años en la administración que ha impedido la construcción de nuevas viviendas allí donde son necesarias, está tensionando enormemente el mercado de compra, con tasas en los grandes mercados que superan ampliamente los niveles recomendados de endeudamiento».
En el último año, el esfuerzo para alquilar ha aumentado dos puntos porcentuales, y en algunas ciudades como Segovia, Cuenca o Alicante, el incremento ha sido aún mayor.
Concretamente, en el segundo trimestre del año los precios del alquiler registraron un encarecimiento interanual medio del 6,2% interanual a nivel nacional, con aumentos aún más acusados en zonas tensionadas como Valencia (10,4%), Málaga (11,1%) o Palma (9,7%). Además, en junio el mercado se anotó la mayor subida de los últimos 18 años. Concretamente, el precio de los pisos se encareció al cierre de junio un 13,7% respecto al año pasado, hasta situarse en una media de 14,38 euros al mes por m2, según los datos de Fotocasa, que además asegura que estamos ante «una crisis de oferta sin precedentes».
Además, «el precio del alquiler encadena 8 meses consecutivos subiendo a doble dígito. Los datos indican no solo que el precio del arrendamiento está en máximos, sino que se acelera de forma alarmante sin freno en el horizonte», destaca María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa. Esta tendencia ha llevado a que los pisos en Madrid y Cataluña alcancen máximos históricos en precios, superando la barrera de los 20 euros por m2 de media al mes. Concretamente, en la región madrileña se pagan 21,41 euros, mientras que en Cataluña el precio asciende a 20,14 euros. Les siguen las comunidades de Baleares con 18,25 euros/m2 al mes, País Vasco con 16,77 euros/m2 al mes, Canarias con 14,69 euros/m2 al mes, Cantabria con 13,95 euros/m2 al mes y Comunidad Valenciana con 13,73 euros/m2 al mes.»
Los expertos aseguran además que la situación se va a agravar en los próximos meses con una mayor destrucción de la oferta de pisos en renta. Según los datos del Observatorio del Alquiler, se espera que la oferta se viviendas en alquiler se ajuste este año un 2% respecto a 2024, con un total estimado de 702.819 inmuebles disponibles, es decir, 14.519 menos que el año anterior. Esto dificulta todavía más la posibilidad de los jóvenes de acceder al mercado de la vivienda, ya que el alquiler es, generalmente, el primer paso para la emancipación. En nuestro país la situación ya es complicada en este aspecto. Concretamente, la edad media de emancipación de los jóvenes supera ya los 30 años en España, una cifra que evidencia el callejón sin salida en el que se encuentran miles de jóvenes.
Aunque el esfuerzo para comprar también ha sigue siendo más bajo que el del alquiler. Según el informe de idealista, cinco capitales exigen más del 30% de esfuerzo para comprar: Palma (43%), Málaga (37%), San Sebastián (37%), Madrid (36%) y Barcelona (31%). Pero en general, el esfuerzo para comprar se ha reducido en 28 capitales. La mayor diferencia se ha registrado en Las Palmas de Gran Canaria, Girona, Tarragona, Pamplona, Huesca y Cádiz, donde se ha reducido en 4 puntos. La reducción ha sido de 2 puntos en Segovia, Sevilla, Granada y Lugo. Salamanca, Murcia, Madrid y Oviedo son las 4 capitales donde el esfuerzo para comprar ha crecido más, ya que ha aumentado en 2 puntos, según los datos de idealista.