Así, en la revisión habitual que hace la institución del dato preliminar que se publicó hace dos meses, se confirmó una tasa de crecimiento intertrimestral del PIB en el 1T 2025 del 0,6% y una tasa interanual del 2,8%. Sin embargo, hubo cambios sustanciales en el desglose por componentes. En particular, se revisaron al alza el consumo privado, la inversión, las exportaciones y las importaciones, mientras que se revisó a la baja el consumo público de manera notable, en 0,6 p. p., hasta el –0,2% intertrimestral. Los nuevos datos arrojan una composición del crecimiento aún más favorable que la que se publicó en la estimación preliminar, con un mayor peso del consumo privado y la inversión en detrimento del consumo público
El comercio minorista español mantiene su impulso, mientras que los servicios inician el 2T con debilidad. En mayo, el índice de comercio al por menor mantuvo una buena dinámica y creció un 0,2% intermensual; en términos interanuales, el avance fue del 4,8%. De este modo, en el promedio de abril y mayo, el índice presenta un avance del 1,3% con respecto al promedio del 1T 2025 y supera el 0,5% intertrimestral que registró el trimestre anterior. En cambio, el sector servicios mostró un débil arranque en el 2T, ya que el índice de producción del sector servicios cayó un ligero 0,1% intermensual en abril; en términos interanuales, la tasa de crecimiento pasó de un 4,7% a un 2,7%.
Lo malo vino de la mano de los precios cuando conocimos que la inflación repuntaba, por el aumento del precio de los carburantes. La inflación general sube 2 décimas en junio, hasta el 2,2%, según el indicador adelantado del IPC publicado por el INE. Este aumento responde a la subida en el precio de los carburantes y de los alimentos y las bebidas no alcohólicas. De este modo, la inflación general vuelve a repuntar después de tres meses de bajadas, aunque la subyacente se ha mantenido estable en el 2,2%. El dato de inflación subyacente se encuentra en el rango esperado mientras que el de inflación general se sitúa ligeramente por encima
Los intercambios comerciales españoles retroceden con fuerza en abril. Las importaciones de bienes cayeron un 5,8% interanual, por encima de la caída del 4,4% en las exportaciones, si bien en parte debido a un efecto Semana Santa. Por productos, la caída fue generalizada, destacando energía (–22,5% en exportaciones y –12,2% en importaciones) y materias primas (–6,4% y –26,9%, respectivamente). En los primeros cuatro meses del año, las exportaciones de bienes acumulan un leve crecimiento del 0,8% interanual, mientras que las importaciones crecen muy por encima, un 5,1%, de modo que el déficit comercial se amplía hasta 18.982 millones de euros, frente a los 12.761 millones del mismo periodo de 2024.
La morosidad del crédito al sector privado español sigue bajando y alcanza el 3,18% en abril de 2025. Respecto a marzo, baja 3 p. b. y respecto a abril del pasado año, el descenso es de 42 p. b.; el retroceso en ambos casos se debe, principalmente, al menor volumen de dudosos. El detalle por finalidades del préstamo y actividades productivas con datos del 1T 2025 muestra que la morosidad en el crédito a hogares continúa mejorando en el segmento de vivienda, aunque registra un repunte en el crédito al consumo. En el caso de las empresas, se observa un ligero deterioro concentrado en sectores de actividad muy específicos (como industrias extractivas o fabricación de material de transporte).
Con las tensiones en Oriente Medio contenidas, el foco de los mercados financieros regresa a las expectativas de política monetaria El anuncio de una tregua a principios de semana entre Irán e Israel disipó los peores temores de una disrupción significativa de la oferta de petróleo y permitió que los precios del crudo cayeran en torno a 10 dólares por barril al inicio de semana, para cotizar durante el resto de sesiones alrededor de los 67 dólares por barril. Esta misma tregua se saldó con un debilitamiento del dólar, que alcanzó su nivel más bajo desde finales de 2021, en un entorno de mayor apetito por el riesgo. La divisa se vio aún más lastrada por unas expectativas de política monetaria más acomodaticias (el mercado ya descuenta tres recortes en EE. UU. en 2025, frente a los dos esperados la semana previa) impulsadas por las declaraciones del presidente de la Fed en el Congreso, que sugirieron que, de mantenerse limitado el impacto de los aranceles sobre la inflación, la Fed podría seguir adelante con bajadas de tipos. El cambio en expectativas se vio amplificado por una revisión a la baja del PIB del 1T, así como por rumores sobre un posible adelanto del anuncio del sustituto de Powell, posiblemente alguien más inclinado a una política monetaria acomodaticia. Todo ello repercutió en los rendimientos de la deuda soberana estadounidense, con caídas de más de 10 p. b. a lo largo de la curva. En los mercados bursátiles, el S&P 500 rozó nuevos máximos, apuntalado por el avance del sector tecnológico y un entorno de tipos de interés potencialmente más laxos. En la eurozona, la semana resultó más tranquila, sin cambios significativos en el contexto económico o expectativas de política monetaria. Los principales índices bursátiles cerraron la semana con avances moderados, respaldados por un contexto de política monetaria aún expansiva, mientras que los rendimientos de la deuda soberana no registraron movimientos de calado.