Y es que las entidades siguen cerrando sucursales, pero el ritmo se ha ralentizado en los últimos años debido también a un mercado de M&A más moderado. De hecho, las 142 sucursales cerradas en los últimos 12 meses representan una disminución frente a las 195 clausuradas en el año anterior.
Entre los bancos que más han frenado el cierre de sucursales destaca el Sabadell, que en los últimos doce meses bajó la persiana en apenas seis de ellas, cuando el año anterior clausuró 62. CaixaBank también pisó el freno: entre junio de 2023 y junio de 2024 cerró 75, una cifra que se redujo a menos de un tercio entre junio de 2024 y junio de 2025.
Unicaja y BBVA cerraron solo dos sucursales en el último año: para el grupo malagueño es un descenso frente a las seis desmanteladas el año anterior, mientras que el banco vasco mantuvo el mismo ritmo de cierre. Por otro lado, Bankinter se desmarca de la tendencia del sector de reducir su red física y el pasado diciembre abrió una oficina en Puerto de Sagunto (Valencia), elevando el total de sucursales hasta 447. En sentido contrario, el banco que más sucursales h cerrado es Santander. A finales de junio, el grupo presidido por Ana Botín contaba con 1.724 sucursales en el mercado doméstico, 109 menos que un año antes, según recoge su informe semestral. La entidad cántabra prácticamente duplica el ritmo del año previo, cuando entre junio 2023 y junio 2024 cerró 51 oficinas. Es más, concentra tres de cada cuatro cierres registrados en el país, ya que la gran banca redujo su red en un total de 142 oficinas en los últimos 12 meses.
Sin embargo, a pesar de los recortes en la red, el sector en su conjunto aumentó su plantilla un 1,5% en el último año, al pasar de 120.932 a 122.792 empleados. CaixaBank y BBVA fueron los bancos que más incrementaron su personal, mientras que Santander el que más lo redujo.