El organismo británico mantiene los tipos de interés en el 4% una reunión más y considera que «la inflación ha alcanzado su punto máximo». De esta manera, rompe un patrón que se remontaba a agosto de 2024 y que implicaba realizar un recorte de un cuarto de punto cada tres meses. «El riesgo de una mayor persistencia de la inflación se ha vuelto menos pronunciado recientemente y el riesgo para la inflación a medio plazo derivado de una demanda más débil es más evidente, de modo que, en general, los riesgos ahora están más equilibrados», señalan en el comunicado.
No obstante, matizan que «se necesita más evidencia sobre ambos», por lo que reiteran que «la política monetaria se está estableciendo para equilibrar los riesgos relacionados con el cumplimiento sostenible del objetivo de inflación del 2%».
Concretamente, el Comité de Política Monetaria ha mostrado una vez más su división y ha votado por una mayoría de cinco miembros (Andrew Bailey, Megan Greene, Clare Lombardelli, Catherine L. Mann y Huw Pill) a favor de mantener los tipos de interés en el 4%, mientras que otros cuatro miembros (Sarah Breeden, Swati Dhingra, Dave Ramsden y Alan Taylor) votaron por reducirlos en 25 puntos básicos, hasta el 3,75%.
En el caso del gobernador del BoE, Bailey, ha argumentado que «los riesgos al alza para la inflación se han vuelto menos apremiantes desde agosto» y prevé una mayor flexibilización de la política monetaria si la desinflación se establece con mayor claridad en el futuro.
«La evidencia reciente apunta a una creciente holgura en la economía y los últimos datos del IPC fueron prometedores. Pero se trata solo de un mes de datos. Los costes laborales siguen siendo elevados y el crecimiento salarial, aunque últimamente ha estado en una senda descendente, puede estancarse», ha afirmado. Al evaluar las perspectivas, considera que «los mecanismos subyacentes a los riesgos al alza son menos convincentes que los subyacentes a los riesgos a la baja. Las perturbaciones negativas anteriores de la oferta laboral podrían ser menos importantes para la trayectoria de la inflación actual. La recuperación de los márgenes de las empresas podría verse atenuada por la débil demanda y las elevadas expectativas de inflación de los hogares podrían tener un impacto más limitado». Además, destaca que el escenario pesimista parece más probable: «Esto podría ayudar a explicar la elevada tasa de ahorro y la percepción de incertidumbre por parte de los agentes». Por todo ello, ha justificado su decisión diciendo que, «en lugar de reducir el tipo de interés ahora, prefiero esperar y ver si la persistencia de la desinflación se confirma en los próximos acontecimientos económicos de este año».
Cabe destacar que la vicegobernadora de Estabilidad Financiera, Sarah Breeden, se ha distanciado de Bailey prefiriendo recortar los tipos por primera vez desde que se unió al Comité en 2023.
En cuanto a las previsiones actualizadas, el BoE estima que la inflación caerá al 3,1% a principios del próximo año y se estabilizará en torno al objetivo del 2% a partir del segundo trimestre de 2027. Sobre el crecimiento económico, vaticina que el Producto Interior Bruto (PIB) que avanzará un 1,5% en 2025.
