“El recorrido de las Bolsas no está agotado”, ha afirmado el experto durante la presentación del informe del Departamento de Análisis de Bankinter para el tercer trimestre de 2023. En particular, las valoraciones de Bolsas ofrecen potenciales de revalorización atractivos que se sitúan entre el 11,7% y el 19,6%: para el S&P500 prevén un potencial del 15% hasta los 5.035 puntos, para el Ibex 35 un 11,7%, hasta los 10.588 puntos, el Euro Stoxx-50 un 18,7% hasta los 5.158 y para el PSI portugués, de un 19,6% hasta los 20 7.093.
Aunque considera que el verano va a coincidir con una fase de consolidación en los mercados, las Bolsas volverán a moverse después de esta estación y de cara a 2024, impulsadas por la mejora de los beneficios empresariales y su impacto sobre las valoraciones. Forcada ha destacado que hasta ahora 2023 ha sido un año bueno, y ha valorado sobre todo las tecnológicas, que han recomendado “de manera intensiva” desde hace tiempo. “Nvidia lo tenemos en cartera desde hace tiempo, lleva un alza del 200% en lo que va de año”, ha destacado. Por ello, considera que el ciclo expansivo de la economía seguirá hasta 2025 si no se produce ningún “susto”, como la crisis del Silicon Valley Bank, y se mantendrán las ganancias de las compañías, respaldadas por una economía solida, un empleo resistente y la mejora de los márgenes empresariales, tras el reajuste de costes que se realizó durante la pandemia.
A la espera de la presentación de las cuentas del primer semestre, que se producirá este julio, Forcada admite que todavía existen algunos riesgos. En particular, hay dos variables que inquietan a los expertos. La primera es el desenlace en la guerra en Ucrania, sobre todo tras el intento de rebelión del pasado fin de semana. A esto, se suman las elecciones americanas y las consecuencias que pueden tener en su relación con China y en su posición en la guerra. El experto ha asegurado que, en caso de producirse un recorte en los mercados, la entidad subirá su exposición. “Si el mercado cae un 5%, vamos a subir nuestra exposición un 5%”, ha afirmado.
En el informe, la entidad bancaria recoge también su estrategia de inversión sectorial. Apuesta por las tecnológicas, como Apple, Microsoft, Alphabet; la industria de los semiconductores, como Nvidia, Asml e Infineon, y el sector de la transición energética, con nombres como Enel, Iberdrola y Acciona Energía. Entre las empresas de consumo y lujo destacan Inditex, L’Oreal y Ferrari; en el sector de Infraestructuras están Ferrovial, Vinci y Cellnex. También incluyen compañías de tecnología de la salud, como Eli Lilly, Novo Nordisk e Intuitive Surgical, y en la industria de defensa señalan Leonardo, Thales y Rheinmetall.
Sin embargo, han decidido sacar de las recomendaciones al sector financiero porque creen que tendrá un comportamiento “menos favorable” respecto a otros. No obstante, los expertos han resaltado que la banca española está en su mejor momento por su ratio de liquidez muy alto, su nivel de capital y por sus resultados. En particular valoran su eficiencia de costes, los bajos niveles de morosidad y el exceso de provisiones, que prevén se consumirá en parte con el repunte de los impagos, aunque consideran que no va a haber un problema de morosidad.
Un día después del cierre del foro de banqueros centrales en Sintra, Forcada se ha mostrado en línea con las expectativas del mercado sobre los tipos de interés. Desde Bankinter prevén que los tipos seguirán subiendo. En particular, la Reserva Federal (Fed) los subirá al menos una vez más en septiembre, hasta el 5,25% – 5,50%, mientras que considera que el BCE los elevará en julio y en septiembre. Ante esta posibilidad, el experto ha advertido de que “no es despreciable” que uno de los bancos centrales se equivoque, sobre todo el BCE, puesto que el impacto real de la subida de tipos tarda entre tres y seis meses en reflejarse en la economía. Por ello, Forcada estima que las últimas subidas de tipos que la entidad europea adoptó en junio empezarán a tener sus efectos en la economía en agosto, y el impacto real de los que se adoptarán este julio se verán a finales de año. “El riesgo es que el BCE, que no va a pausar como la Fed, esté actuando con menos información de la que debería disponer”, defiende.