Desde el departamento de Montero explican que su cartera mantiene la posición favorable a mantener el mínimo exento actual, aunque esto implique que algunos trabajadores que cobren el SMI tengan que pagar. La normativa reserva al Consejo de Ministros esta posibilidad, conocida como «veto presupuestario» ya que puede presentarse frente a cualquier enmienda o proposición que vaya a aumentar los créditos o reducir los ingresos del Estado y en esta ocasión, el ajuste del mínimo exento llevaría a recaudar menos. Desde Sumar aseguran que levantarán el veto en la Mesa del Congreso, lo que es posible uniendo sus votos a los del PP, que tiene registrada su propia proposición de ley con el mismo objetivo, al igual que Podemos.
El periodo de un mes del que dispone Hacienda para vetar o no la tramitación parlamentaria de estas iniciativas termina el próximo viernes, 28 de marzo, aunque fuentes de la Mesa no precisan si el asunto se debatirá en la reunión ordinaria del próximo martes o en una extraordinaria. Montero, y Díaz, mantienen posiciones enfrentadas a cuenta de la tributación del salario mínimo y, si bien la líder de Sumar, sigue apelando al acuerdo, desde el entorno de Montero aseguran que ésta no está negociando nada.
La discrepancia por la tributación del SMI dentro del Gobierno de coalición se evidenció con el choque público que protagonizaron en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la portavoz del Ejecutivo, Alegría, y Díaz..