Se trata de una transferencia significativa de riesgo (SRT) en formato tradicional. Los créditos incluidos son préstamos al consumo sin ningún tipo de garantía. Aunque BBVA ha actuado como colocador de la operación, al ser suya la cartera, también ha intervenido en el proceso de colocación el francés BNP Paribas.
El apetito de los inversores ha permitido al banco ajustar los precios de los diferentes tramos de la cartera. A ello ha contribuido la situación del mercado, tras las turbulencias que se registraron en el mes de abril en el contexto de la guerra arancelaria.
Desde hace unos años, el grupo ha venido «introduciendo esta operativa como una fuente adicional de liberación de capital regulatorio», según explica en el Informe de Relevancia Prudencial de BBVA.Al cierre de 2024, la exposición total de titulizaciones de la cartera de inversión era de 9.586 millones de euros, frente a los 4.022 millones de euros un año antes. El grueso de la cartera la componen las transferencias en formato sintético, que amasaban una exposición de 8.550 millones de euros, frente a los 3.559 millones de euros de un año antes.
De los 8.550 millones, 1.802 millones eran del ámbito minorista, fundamentalmente créditos hipotecarios. Por otro lado, la cartera de transferencias sintéticas del ámbito mayorista ascendió a 6.748 millones d euros, casi en su totalidad préstamos a empresas.