Este miércoles, a la entrada de la reunión clave, el primer ministro de Bélgica mostró sus dudas de que Sánchez pueda conseguirlo de la forma más gráfica. Bart De Wever empezó afirmando que la gente de la OTAN «no es tonta», y que, si ha calculado que cada aliado necesitará llegar al 3,5 % para alcanzar las capacidades pactadas, por algo será. Después añadió: «Sería estupendo ver cómo puedes cumplir lo que está calculado con un 3,5 con un 2,1, como ha dicho Pedro Sánchez. Si lo puede hacer es un genio. Y la genialidad inspira a la gente». Viniendo de De Wever tiene especial importancia. No en vano, hasta las vísperas de la cumbre Bélgica era el país que más se acercaba a la tesis de Sánchez, que más peros había puesto a llegar al 3,5 %, junto con Eslovaquia. Sin embargo, el martes su Gobierno sorprendió anunciando un acuerdo para invertir 30.000 millones de euros extra como gesto de buena voluntad (ahora no llega al 2 % del PIB).
El mandatario belga también sostuvo que no hay trato de favor para ningún país miembro en el documento -no hay excepción española-. «Es el mismo texto para todos, y si la interpretación de España es correcta cualquiera puede interpretar el texto de la misma forma», zanjó.