El presidente de EEUU, ha aprovechado el discurso sobre el estado de la Unión que ha ofrecido este martes por la noche en el Congreso para lanzar un mensaje a China. Ante el aumento de las tensiones que se ha producido en los últimos días por el supuesto globo espía del gigante asiático que fue detectado y derribado en territorio estadounidense, el demócrata ha avisado: «Si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para protegernos».
En la casi hora y cuarto que ha durado su discurso Biden ha dedicado buena parte a la política exterior. Sobre todo a lo ocurrido con China después de que se descubriera un globo espía del país sobrevolando el territorio estadounidense. El globo atravesó EEUU durante varios días y fue abatido el pasado sábado, cuando estaba ya sobre el Atlántico.
«Estoy comprometido a trabajar con China en lo que pueda suponer un avance para los intereses estadounidenses y beneficie al mundo. Pero no se equivoquen, como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y así lo hicimos», ha apuntado.
Y no se ha quedado ahí. «Antes de que yo llegara al cargo, se contaba que la República Popular China estaba aumentando su poder y que Estados Unidos estaba cayendo en el mundo. Ya no es así. He dejado claro al presidente Xi que buscamos la competencia, no el conflicto. No me disculparé por invertir para hacer fuerte a Estados Unidos, invertir en la innovación estadounidense, en industrias que definirán el futuro y que el Gobierno de China pretende dominar», ha añadido Biden, que ha defendido que «hoy estamos en la posición más fuerte en décadas para competir con China o con cualquier otro país del mundo».
Además, ha apuntado que «ganar la competición con China debería unirnos a todos» ahora que «nos enfrentamos a graves desafíos en todo el mundo». «Pero en los dos últimos años, las democracias se han hecho más fuertes, no más débiles. Las autocracias se han debilitado, no fortalecido», ha destacado también, en clara referencia a lo que está ocurriendo en Ucrania tras la invasión rusa.
Según sus palabras, «la invasión de Putin ha sido una prueba para Estados Unidos y para el mundo», que a su juicio se ha superado con éxito. «Lideramos. Unimos a la OTAN y construimos una coalición global. Nos opusimos a la agresión de Putin. Estuvimos con el pueblo ucraniano», ha dicho, y seguirán estándolo «todo el tiempo que sea necesario», ha prometido.
Asimismo, Biden ha llamado en su discurso a la colaboración entre demócratas y republicamos. El presidente ha tendido la mano a la oposición y les ha pedido que ayuden a «terminar el trabajo» de la primera mitad de su mandato. «A mis amigos republicanos, si pudimos trabajar juntos en el último Congreso, no hay razón para que no podamos trabajar juntos en este nuevo Congreso. El pueblo nos envió un mensaje claro. Luchar por luchar, el poder por el poder, el conflicto por el conflicto, no nos lleva a ninguna parte. Y esa ha sido siempre mi visión para el país: restaurar el alma de la nación, reconstruir la columna vertebral de América: la clase media, unir al país. ¡Nos han enviado aquí para terminar el trabajo!», ha dicho.
De hecho, se ha referido con esas palabras, «terminar el trabajo», cuando ha hablado de cuestiones como la economía, los impuestos, la sanidad, la educación, las armas, la reforma policial… No obstante, lo más llamativo ha sido lo que ha dicho sobre el techo de deuda de EEUU, que es una de las cuestiones que más roces está provocando entre ambos partidos.
Biden ha acusado a su predecesor en el cargo, Donald Trump, de ser responsable de un cuarto de la deuda gubernamental. «Casi el 25% de toda la deuda nacional, una deuda que tardó 200 años en acumularse, fue agregada solo por esa administración», ha destacado. Y ha añadido que los republicanos «levantaron el techo de la deuda tres veces sin condiciones previas ni crisis». «Pagaron las cuentas de Estados Unidos para evitar un desastre económico para nuestro país», ha dicho, y ahora es necesario volver a hacerlo.
Pero para eso hace falta consenso. Y es que cabe recordar que la Casa Blanca y los republicanos, que controlan la Cámara Baja, se encuentran actualmente enfrascados en un debate sobre el aumento del techo de deuda, que en la actualidad es de 31,4 billones de dólares.
En materia económica, además de pedir al Congreso elevar el techo de deuda, Biden ha aprovechado para reiterar su plan fiscal y para explicar que pasa por subir los impuestos a los ricos y las grandes empresas sin que paguen más los que ganen menos de 400.000 dólares anuales, ya que el sistema tributario actual «no es justo». El presidente también ha lanzado dos nuevas propuestas: un impuesto mínimo a los milmilonarios y cuadruplicar la tasa sobre recompra de acciones por parte de las empresas.
En su discurso ha habido para todos, ya que ha insistido en sus críticas a los grandes beneficios de las petroleras y de las grandes farmacéuticas, y ha remarcado que aún pretende luchar contra las tarifas y comisiones abusivas de bancos, aerolíneas, hoteles y otras compañías, que denomina «tarifas basura».