Con esa frase se puede resumir el discurso pronunciado por don Pedro ante sus súbditos y esclavos anunciado, no se sabe qué, pero inaugurando el curso político de los socialistas. Se trata de una filosofía sencilla, fácil de entender y muy barata de producir, entre otras cosas porque está vacía, no contiene absolutamente nada, así que los estrategas de Moncloa no tienen que preocuparse de nada, simplemente menear el esqueleto para que los peones bailen al ritmo que quiere el señorito.
Y con esta filosofía es muy difícil, sino imposible que alguien comparta ideas, proyectos o cualquier otra cosa que se aproxime al buen gobernar. Solo los que viven de la sopa boba que proporciona la cercanía del Gobierno con viven con toda esta sarta de frases hechas que utiliza el sanchismo en sus discursos, que pocas horas después es repetida por todos sus voceros, tertulianos televisivos incluidos y que a base de repetirse y repetirse pasan a formar parte del vocabulario y/o fraseología al uso
Pero la realidad es que esta situación lo único que confirma es que el líder sanchitas esta solo y él es el único responsable de las decisiones y actuaciones que los peones ejecutan. Nadie mas que el ha elegido a Escrivá `pata gobernar el BdE; nadie mas que el eligió a Conde Pumpido o a Delgado y su sucesor, etc, etc,; y ese clientelismo es el que le permite exigir fidelidad y obediencia a todos aquellos, que son ya cientos, que disfrutan de posiciones de privilegio a todos los niveles.
A su vez este modelo de sociedad es cada vez mas opresivo con el contrario lo que dificulta la capacidad de respuesta y obliga a unirse al carro o abandonar. Eso es lo que veremos en el próximo Congreso socialista, en el que el partido conocido como tal dejara de existir, para pasar a ser un remanso de paz que solo aplaude al líder, hasta que este, en un momento determinado deja de serlo y desaparece para siempre. Y todo porque en todo ese largo periodo de ejercicio del poder ha estado solo, decidiendo y mandado solo lo que ha él le interesaba, sin compartir nada con nadie, tal y como se ha visto en múltiples circunstancias, la mas cercana la de sus cinco días de ausencia para meditar, no se sabe todavía muy bien que.