La actividad del banco «tiene un impacto directo sobre el empleo del país significativo», pues la plantilla de CaixaBank en España creció un 14% en 2024, hasta alcanzar los 41.304 profesionales, frente a los 36.225 del año anterior, y nivel de grupo, el número de empleados ascendió a 46.014, lo que representa un incremento del 2,6%. Además, la actividad del banco generó más de 68.777 puestos de trabajo directos e indirectos en España «a través del efecto multiplicador de compras a proveedores», explica el informe.
En cuanto a la contribución fiscal, CaixaBank abonó 3.593 millones de euros en tributos directos, indirectos y a la Seguridad Social por el ejercicio 2024, un 88,8% más que el ejercicio anterior, a lo que hay que añadir los 2.559 millones recaudados en nombre de terceros.
Según el documento, «CaixaBank mantiene la red de oficinas más extensa del sistema financiero español, garantizando el acceso a servicios financieros en prácticamente todo el territorio», y asegura una atención presencial en municipios rurales o con menos población, siendo la única entidad presente con oficina bancaria en 459 poblaciones, textualmente.
Actualmente, CaixaBank cuenta con 1.403 oficinas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes y tiene presencia en un total de 2.234 municipios de España, lo que supone que el 92% de la población española tiene cobertura de una oficina en su municipio, y la entidad está presente en el 99% de los municipios de más de 5.000 habitantes.
El año pasado, la entidad aprobó un nuevo Plan de Sostenibilidad para 2025-2027 con el que se compromete a movilizar 100.000 millones de euros en finanzas sostenibles, mientras que en el plan anterior, de 2022 a 2024 se movilización 86.770 millones, «por encima del objetivo inicial marcado de 64.000 millones». Con el nuevo plan, la entidad busca «afrontar retos como la desigualdad y el cambio climático, así como impulsar una economía más sostenible y favorecer el desarrollo económico y social mediante la financiación de proyectos de energías renovables, movilidad limpia y edificaciones eficientes».
CaixaBank apuesta por la comercialización de productos que integran criterios ambientales, sociales y de gobernanza, e impulsa actividades que contribuyen a la transición hacia una economía baja en carbono y que sean ambientalmente sostenibles.
El banco, además, mantiene sus objetivos públicos para 2030 de reducción de emisiones de CO2 financiadas en sectores de alta intensidad en emisiones, como el eléctrico, petróleo y gas, automoción, hierro y acero, agropecuario, inmobiliario, aviación y naval. La entidad se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050, en línea con su adhesión a la Alianza de la Banca por las Emisiones Netas Cero (NZBA).