En ese plan estratégico se incluirán los supuestos de la evolución de Banco Sabadell sin el negocio británico de TSB. También se darán más detalles de la remuneración prevista para los accionistas. Por lo pronto, Sabadell se ha comprometido a repartir entre sus dueños 3.800 millones de euros en los próximos meses. Este reparto incluye 2.500 millones de euros procedentes del capital generado por la venta de TSB y 1.300 millones de euros de dividendos con cargo a resultados de este año.
Posteriormente, será el turno de BBVA, que publicará sus propios resultados del primer semestre el 31 de julio, con el folleto de la operación ya publicado, si se cumplen las estimaciones tanto del propio banco como de la CNMV.
A renglón seguido, el 6 de agosto, se celebrará una junta general de accionistas de Banco Sabadell con carácter extraordinario para decidir tanto la venta de TSB como el reparto de un dividendo extraordinario de 50 céntimos por acción. El consejo tiene que someter la venta del negocio a aprobación de la junta por el deber de pasividad que impone la legislación al estar siendo objeto de una OPA.
Una vez se apruebe el folleto, BBVA tiene un plazo de cinco días hábiles para abrir el periodo de aceptación, que será cuando los accionistas de Banco Sabadell podrán decidir si acuden al canje que ofrece BBVA. Este periodo, según la legislación española, puede abarcar un plazo de 15 a 70 días. Como BBVA también está afectado por legislación estadounidense, el plazo mínimo será de un mes.
No obstante, no está decidida la duración del periodo de aceptación. Tanto desde BBVA como desde la CNMV consideran preferible que el periodo no finalice durante el mes de agosto, al ser un mes de reducida actividad bursátil, por lo que ya se habla de finales de septiembre/octubre