En unas declaraciones difundidas por el Ayuntamiento, Landaluce ha reiterado «su absoluta inocencia» y se ha reafirmado en «su determinación de continuar ejerciendo su derecho a la defensa con todos los medios legales a su alcance».
El regidor ha explicado que hace ocho meses emprendió acciones legales por las acusaciones vertidas contra él por la portavoz socialista local, Arrabal, quien ahora firma la denuncia presentada contra el alcalde ante el Tribunal Supremo «por la posible comisión de delitos de malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, acoso sexual y/o abuso sexual».
En la denuncia, Arrabal, concejala y portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Algeciras, e Beneroso, vicesecretaria general de la Agrupación Municipal del PSOE-A de Algeciras, piden que se investiguen «supuestos episodios de acoso y/o abuso sexual» a dos concejalas del PP según unos mensajes de WhatsApp entre tres ediles populares que salieron a la luz. Fue el pasado 28 de octubre de 2024 cuando salieron a la luz los mensajes cuando el eurodiputado de Se Acabó la Fiesta Luis Pérez Fernández publicó en su canal de Telegram capturas de conversaciones en un chat de WhatsApp en el que participaban dos ediles populares que relataban acosos o abusos del alcalde y otra entonces compañera del equipo de gobierno.
Según la denuncia, también habían llegado al teléfono de Beneroso, remitidas por el dirigente del PP de Algeciras Fernández Rodríguez, que le había enviado mensajes y se los ofrecía por si ayudaban a «la idea de cargarnos a Landaluce». Las capturas pertenecían a un chat denominado ‘Francescas de M.’ en el que participaban al menos tres concejalas en aquel momento del PP del Ayuntamiento de Algeciras: Pajares Ruiz (actual delegada de Salud y Consumo de la Junta en el Campo de Gibraltar), Pérez Custodio (que sigue siendo concejala) y Ruiz Gutiérrez, que fue cesada de este cargo en 2021 tras ser condenada por publicar un anuncio de contenido sexual en una página de contactos con el nombre y el teléfono del abogado de su exmarido.
En ese chat, que la representante del PSOE llevó a notario para certificarlos, Pajares contaba que el alcalde, para apartarla de la mesa del chocolate, le «tocó el culo delante de todo el mundo», mientras que en otra conversación, Pérez Custodio describía cómo en una reunión le había «metido mano por debajo de la mesa y se ha dado cuenta todo el mundo». Tras la reacción de la socialista al conocer los hechos («me hierve la sangre», le dijo), Fernández Rodríguez (dirigente del PP de Algeciras) le comentó: «Pues si vieras el resto, una más porque le exige a las concejalas que le dejen ver cómo mean». Tanto Pajares como Pérez Custodio han desmentido de manera pública haber sufrido acoso o abusos sexuales por parte del alcalde, que en reiteradas ocasiones ha negado estos comportamientos y los ha atribuido a «una campaña bien orquestada».
Las denunciantes también piden que la Fiscalía del Supremo investigue «la posible» comisión de delitos de malversación de caudales públicos y tráfico de influencias por parte del alcalde por la contratación en el Ayuntamiento de Algeciras y en una residencia de mayores de la Junta de Andalucía de Laura Ruiz Gutiérrez y de la excónyuge de Fernandez Rodríguez como personal eventual del Ayuntamiento de Algeciras.
El PSOE mantiene «la sospecha» de que estas contrataciones «pudieron haberse realizado con la finalidad de impedir» la divulgación de los mensajes de WhatsApp «o informaciones» relativas a los «supuestos episodios de acoso y/o abuso sexual».
