La gestora de infraestructuras evalúa con las agencias de calificación de la deuda esta medida con la retribución al accionista sin que esto afecte a su rating. El grupo, que espera cerrar la venta de Austria antes de final de año y la de Irlanda en el primer trimestre de 2025, ultima un acuerdo con Masorange para extender y unificar en un único contrato su relación comercial tras la fusión.
Entre enero y septiembre, la gestora superó por poco los 2.900 millones de euros de ingresos totales, lo que supone un incremento del 7%. Si se excluye el impacto de la venta de emplazamientos en Francia, la facturación subió al 7,4%. La clasificación de los activos en Austria en proceso de venta (265 millones de euros netos) y el efecto de mayores amortizaciones y costes financieros tras la oleada de adquisiciones en el pasado mantuvieron en rojo el resultado neto hasta los 140 millones. No obstante, esta cifra representa un descenso de casi el 30%.
El flujo de caja libre alcanzó los 326 millones de euros, principalmente afectado por los 357 millones de euros recibidos por las ventas de activos obligadas por los reguladores y vinculadas a transacciones firmadas en el pasado. La deuda neta financiera, sin contar los arrendamientos, asciende a 17.500 millones (el 80% está referenciada a tipo fijo). Las emisiones han mantenido hasta ahora el ‘grado de inversión’ de Fitch y S&P. El objetivo de la compañía es que no haya cambios en este sentido.
De esta forma, el equipo de Patuano está evaluando junto con las agencias de calificación la posibilidad de adelantar al año 2025 un dividendo extraordinario, que estaba previsto para el año 2026 en el plan estratégico. El grupo insiste en que para que esto suceda -gracias a lo que se ingrese de las ventas de Austria e Irlanda- debe mantenerse «intactos sus compromisos de endeudamiento y la calificación del grado de inversión».
La consolidación vivida en el mercado español ha obligado a mover ficha en estos últimos meses. Cellnex asegura que está en negociaciones avanzadas con Masorange, la ‘joint venture’ resultante de la unión entre Másmóvil y Orange, para extender y unificar en un único contrato su relación con el operador móvil. Se ampliaría hasta 2048, con opción de renovación en una cláusula de ‘todo o nada’ en 2038. En el corto plazo, también ofrecerá otros servicios adicionales para la densificación de su red.
Desde un punto de vista operativo, el grupo cerró este tercer trimestre del ejercicio con más de 113.700 emplazamientos: 24.400 en Francia; 22.500 en Italia; 16.600 en Polonia; 13.500 en Reino Unido y más de 8.700 en España, mientras que el resto se reparten entre Portugal, Suiza, Austria, Países Bajos, Suecia, Dinamarca e Irlanda. El crecimiento orgánico de los puntos de presencia fue del 9,5%. La mayor parte de este crecimiento proviene de nuevas colocaciones en emplazamientos existentes -gracias a acuerdos con las telecos- y el resto a nuevas torres fijadas en esos mismos pactos comerciales.
Además de las ventas que se han cerrado -y están en la fase de autorización con el regulador- de Irlanda y Austria, la operadora insiste al mercado que continúa revisando cada mercado y línea de negocio «con el objetivo de enfocarse en aquellos con mayor ajuste estratégico y retorno en el capital».