No obstante, avisan de que esta previsión está condicionada por las incertidumbres geopolíticas y tensiones comerciales internacionales. De hecho, estiman que el crecimiento del primer trimestre será más moderado que los trimestres anteriores, en torno al 0,6%. Como destacan desde el Consejo General de Economistas, esta tendencia positiva del crecimiento del PIB tiene reflejo en la última encuesta de Perspectivas Empresariales de S&P Global. Se prevé que la actividad en el sector privado español aumente en los próximos 12 meses, probablemente respaldado por una economía interna fuerte, y con la Inteligencia Artificial (IA) y las nuevas tecnologías como impulsoras también de esta expansión, si bien existen ciertos obstáculos para el desempeño empresarial, en especial las preocupaciones comerciales y la inestabilidad geopolítica.
Esta incertidumbre afecta al mercado exterior, sobre todo a las exportaciones, como se ha podido ya ver en el último trimestre de 2024, en el que la contribución de la demanda externa neta al crecimiento del PIB fue negativa (–0,4 pp). En enero de 2025, último dato facilitado por la secretaría de Estado de Comercio, las exportaciones han ascendido a 29.780 millones de euros, con una tasa de variación anual negativa del 1,2%, mientras que las importaciones han ascendido a 35.973 miles de millones, con un crecimiento interanual del 6,2%.
Por contra, la inversión extranjera en España en 2024 ascendió a 36.813 millones de euros, cerca de 6.000 millones más que en 2023, que fue de 30.960 millones, según la secretaría de Estado de Comercio, mientras que las inversiones de España en el exterior han ascendido a 31.843 millones de euros.
Respecto a la balanza por cuenta corriente, en 2024 ha cerrado con un superávit de 48.400 millones de euros (3% del PIB), un 21,6% más que en 2023, debido fundamentalmente a los ingresos del turismo y viajes que se incrementaron un 16,3% respecto a 2023. Por su parte, el superávit de la cuenta de capital alcanzó los 9.100 millones. Esto ha hecho que la capacidad de financiación de la economía española en 2024 haya aumentado de los 56.000 millones de euros a finales de 2023 hasta los 66.600 millones de euros a finales de 2024 (4,2% del PIB).
En lo que respecta a los precios, en lo que va de año, la tasa de crecimiento de la inflación general y la subyacente se han reducido considerablemente, la primera en cinco décimas, desde 2,8% a finales de 2024 hasta 2,3% según el dato adelantado del mes de marzo, y siete décimas menos respecto al mes de febrero. En el caso de la subyacente la reducción en los tres primeros meses ha sido de 6 décimas desde el 2,6% hasta el 2%.
Esta evolución es debida, principalmente, al descenso de los precios de la electricidad, frente a la subida de marzo de 2024, y, en menor medida, a la bajada de los precios de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, que aumentaron en el mismo mes del año anterior, así como a que los precios de ocio y cultura suben menos que en marzo del año pasado. Sin embargo, esta buena evolución puede verse afectada por el impacto de los aranceles en el comercio y las presiones competitivas, tanto a nivel nacional como internacional
Mientras, el mercado de trabajo sigue teniendo una buena evolución. En febrero, el número de desempleados se ha situado en 2.593.449 personas, 6,05% menos que en febrero del año anterior. El número de afiliados a la Seguridad Social continúa teniendo una evolución positiva, y a 15 de marzo se ha situado en 21.472.259 personas.
El déficit público en 2024 alcanzó la cifra de 44.597 millones de euros -sin tener en cuenta los efectos de la DANA del pasado mes de octubre-, lo que equivale al 2,8% del PIB, dos décimas menos que el objetivo del 3% fijado para ese ejercicio. En los meses de enero y febrero de 2025, el déficit del Estado se ha visto afectado por los gastos extraordinarios ocasionados por la DANA, 144 millones en enero y 1.530 millones en febrero, que han motivado que a finales de febrero el déficit del Estado se sitúe en 13.488 millones de euros (aprox. 0,8% del PIB). La DANA y, en mayor medida, el incremento previsto del gasto en defensa hará que el déficit a final de 2025 sea mayor, en torno al 3%.
Estos factores tendrán también consecuencias en la deuda pública, que sigue su tendencia ascendente. En enero de 2025 la deuda de las administraciones públicas se ha situado en 1.629.709 millones de euros, 44.969 millones más que en el mismo mes del año anterior, con una variación interanual del 2,8% y 8 mil millones más que a final de 2024. De seguir esta evolución se espera que la ratio sobre el PIB se incremente a final de 2025 hasta 102%, frente al 101,8% de diciembre de 2024.