Su dimisión se explica tras el bronco pleno de este jueves en el que el grupo conservador, con el voto de la presidenta y del vocal Carlos Hugo Preciado, sacó adelante una propuesta para renovar las comisiones del Consejo que rompe el equilibro de poder entre bloques, de manera que ahora tendrá mayoría en la Permanente, la sala de máquinas que maneja el día a día de la institución.
Precisamente, unas de las últimas actuaciones de Seijo como vocal ha sido la de firmar un comunicado con ocho vocales izquierdistas en el que expresan su malestar por el nuevo reparto de poder en el CGPJ.
Estos nueve vocales denuncian la ruptura del consenso que había garantizado un funcionamiento «equilibrado y cooperativo» del órgano de gobierno de los jueces y acusan a la presidenta Isabel Perelló de imponer un cambio de reglas que les excluye.
Porque el Pleno aprobó la lista de Preciado, encuadrado en el ala izquierdista pero que desde hace tiempo actúa como independiente, quien presentó una propuesta idéntica a la del bloque conservador.
Los vocales izquierdistas recuerdan que durante el primer año de mandato, el Consejo había trabajado sobre reglas pactadas que aseguraban la representación razonable de las distintas sensibilidades, la distribución equilibrada de responsabilidades, la paridad y la transparencia.
Así, señalan que se modelo permitió un año de estabilidad institucional, más de 160 nombramientos judiciales y un clima de confianza inédito. «Ese equilibrio se ha roto de manera abrupta y deliberada. La presidenta del Consejo, Isabel Perelló, ha impuesto un cambio de reglas que excluye a los vocales progresistas y altera la base de cooperación que había presidido la etapa anterior», denuncian.
Consideran que el resultado no puede considerarse consensuado, ya que el reparto es «arbitrario y desequilibrado», y otorga al vocal Preciado una representatividad equivalente a la de un grupo propio, «quebrando cualquier regla mínima de equilibrio interno»
