Los MLF son una herramienta del banco central para financiar a los bancos comerciales y orientar los tipos de interés de referencia y, cuando se rebajan, significa que se reduce el costo del dinero que se presta a los bancos. La medida recoge hoy la agencia estatal Xinhua, forma parte de los esfuerzos del Gobierno para «fortalecer el ajuste anticíclico y estabilizar las expectativas del mercado». Asimismo, el BPC también anunció la inyección de 204.000 millones de yuanes (28.049 millones de dólares) a través de acuerdos de recompra inversa (también conocidos como ‘repos’, instrumento por el que se venden valores condicionados a un acuerdo para recomprarlos en una fecha posterior) con una tasa interés del 1,8%, por debajo del 1,9% anterior.
La medida llega el mismo día en que se dieron a conocer los datos la producción industrial del país, que creció un 3,7% interanual en julio, cifra que supone una ralentización frente al dato de junio (4,4%). La cifra del séptimo mes del año quedó por debajo de los pronósticos más extendidos entre los analistas, que esperaban un avance de alrededor de un 4,7% con respecto al mismo período de 2022.
Tras un prometedor inicio de año, la recuperación pospandémica de la economía china da síntomas de haberse frenado, creciendo menos de lo esperado en el segundo trimestre (+6,3 % interanual). La baja demanda nacional e internacional, riesgos de deflación y estímulos insuficientes, junto con una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo y una falta de confianza en el sector privado son las principales causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.