El recorte en la LPR a 1 año se ha situado en línea con lo previsto, mientras la rebaja de la LPR a 5 años, utilizada como referencia para préstamos hipotecarios, ha sido menor de lo esperada. Según Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank, el PBoC ha aplicado estos estímulos «con la esperanza de impulsar la economía, impulsar la inflación y revertir la crisis inmobiliaria».
Sin embargo, añade que «lo más probable es que se necesite un apoyo fiscal específico, porque es posible que recortar las tasas cuando la inversión y el consumo se debilitan debido a una crisis de confianza no sirva de mucho».
En su opinión, las medidas del PBoC muestran que el presidente Xi Jinping «sigue en contra de los estímulos a los que nos hemos acostumbrado» en los últimos años. Para Stephen Innes, socio de SPI Asset Management, «el enorme apalancamiento del gobierno y la capacidad fiscal restringida hacen que sea prácticamente imposible para los legisladores proporcionar un estímulo político significativo que pueda ayudar a extender el ciclo de crecimiento y revivir la confianza en la economía y los mercados».
Por otra parte, la visita a China del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se ha saldado con sensaciones positivas. «Una señal clave es que Blinken se reunió con Xi Jinping al final de la visita. El hecho de que sucediera sugiere que se logró un progreso real hacia la estabilización de las relaciones», explican los expertos de Danske Bank.