«En relación con los recientes anuncios sobre la venta de la participación de Pegaso Transportation International en la empresa española Talgo, el Fondo Polaco de Desarrollo Capital Group aclara que el análisis final y exhaustivo de PFR, el cual abarcó tanto factores directamente relacionados con la operación como otros aspectos externos e indirectos, concluyó que la operación no podía materializarse por completo en las circunstancias actuales. En consecuencia, PFR ha decidido no presentar su oferta final», ha explicado el fondo estatal polaco.
Con todo, PFR ha afirmado que considera a Talgo como un «socio de valor» y reconoce que existen «oportunidades para que la colaboración» entre Talgo y PESA «continúe en el marco del Memorando de Entendimiento firmado en septiembre de 2024″. Asimismo, PFR no prevé realizar ninguna inversión de capital en Talgo como accionista minoritario, pero sigue abierto a explorar otras formas de cooperación en el futuro».
Pero el primer día de la nueva empresa se ha inaugurado con problemas. El primero un anuncio de paros llega después de que la dirección de Talgo anticipase a sus empleados que el resultado financiero del año será negativo, al tener que provisionar los 117 millones de multa impuestos por la operadora pública como consecuencia de los dos años de demora en la entrega de los trenes Avril que componen su nueva serie 106.
El fabricante de trenes, que presentará sus cuentas el próximo 25 de febrero, anticipa ya el roto en su contabilidad, dada la limitada capacidad de maniobra para hacer frente a tal sanción. Talgo ganó 12,2 millones de euros en 2023; apenas 1,4 millones en 2022; 29,2 millones en 2021; perdió 7,4 millones en 2020 e hizo su mejor resultado en 2019, con 40,1 millones de ganancias.
Los trabajadores denuncian que, como consecuencia de ese resultado negativo, la compañía les ha comunicado que no cobrarán la parte variable de sus salarios, tal y como fija el artículo 44 del convenio colectivo de Talgo. Como consecuencia de estos hechos, el sindicato mayoritario en la empresa, CSIF, ha convocado movilizaciones en todas las bases de mantenimiento de trenes fabricados por Talgo, así como en la compañía Tarvia, dedicada a la revisión de los trenes Avril y cuyo accionariado está participado por Renfe. Estas protestas afectarán al servicio de Renfe en 22 líneas que conectan Madrid con Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga, Murcia, Almería, Granada, Cádiz, León, Badajoz, Burgos, Santander, Asturias, Ourense, Lugo, Ferrol y Vigo; así como al Corredor Mediterráneo (Figueres-Barcelona-Valencia-Alicante) y a la ruta Barcelona – Vigo – A Coruña.