Ayer la entidad, segundo mayor banco de Suiza por activos, se hundió un 24,11% al cierre, tras llegar a bajar más de un 30% y tocar un precio mínimo histórico de 1,55 francos suizos. El detonante de la caída fue el rechazo de su primer accionista a aumentar su participación, después de que el banco publicara una severa salida de depósitos en el último trimestre y con el trasfondo de la crisis desatada por Silicon Valley Bank.
En respuesta a las turbulencias, esta madrugada el BNS y la Autoridad Supervisora Suiza de los Mercados Financieros (FINMA) emitieron un comunicado conjunto en el que el banco central ofrecía apoyo a la liquidez del banco, subrayando ambas entidades que Credit Suisse cumple los requerimientos de capital y liquidez impuestos a los bancos de importancia sistémica. Poco antes de la apertura de los mercados Credit Suisse confirmaba su intención de solicitar ayuda financiera al BNS, así como el lanzamiento de una oferta a través para recomprar ciertos títulos de deuda senior por importe de hasta aproximadamente 3.000 millones de francos (3.045 millones de euros). El consejero delegado de la entidad, Körner, ha defendido en la nota que las medidas suponen “una acción decisiva para fortalecer Credit Suisse mientras continuamos nuestra transformación estratégica”.
En paralelo, en una entrevista con la cadena CNBC, el presidente del Banco Nacional Saudí, Ammar Al Khudairy, cuyas palabras ayer fueron el detonante del desplome de las acciones de Credit Suisse al afirmar que el banco árabe no se plantea aumentar su inversión en la entidad suiza, ha defendido su intervención, ya que es el mismo mensaje que lleva transmitiendo desde octubre. “Es pánico, un poco de pánico. Creo que es completamente injustificado, ya sea para Credit Suisse o para todo el mercado”, señaló. Y afirmó que la entidad árabe es muy optimista respecto de la ejecución del plan (de reestructuración) de Credit Suisse, señalando que se trata de una gran franquicia.
La firma suiza es el eslabón débil del mercado bancario europeo, por lo que las medidas de apoyo hacen que el resto de grandes bancos europeos también recupere posiciones, aunque con cierta timidez. El irlandés AIB es el más alcista del sector en Europa, con un repunte del 4,86%. También ganan más del 4% de Commerzbank, Bank of Ireland, Investec y Unicredit. La banca española también avanza: Banco Santander y BBVA recuperan alrededor del 3%, mientras que las acciones de Sabadell y Unicaja ganan un 2%. El Ibex, que arrancó la sesión con un rebote de más del 2%, suaviza los ascensos a alrededor del 1%.
La contención de la mejora en Bolsa obedece en parte a que apenas quedan horas para la crucial reunión del Banco Central Europeo (BCE). La entidad debe dirimir si aplica una subida de los tipos de interés de 50 puntos básicos como tenía previsto o cambia el paso a causa de la inestabilidad financiera. Más allá de la decisión de hoy, los acontecimientos de la última semana han rebajado drásticamente las expectativas de nuevos aumentos de los tipos de interés y sembrado las dudas entre los analistas, que barajan ya recortes de tipos en EE UU.
En todo caso, la decisión de Credit Suisse de aceptar la ayuda financiera del BNS parece haber calmado a los mercados, pues la desconfianza sobre la entidad había alcanzado niveles críticos. Con todo, la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, ha asegurado “rotundamente” que no hay posibilidad de contagio a la banca española de la crisis de Credit Suisse, una entidad que lleva tiempo con problemas, igual que tampoco lo hay por la caída del Silicon Valley Bank en Estados Unidos.
Años de descontrol y mala gestión
El banco está pagando los excesos de años de mala gestión en los que se ha visto involucrado en múltiples escándalos, ha sido castigado con multas de los reguladores por malas prácticas, y ha perdido la confianza de inversores y clientes, que en el cuarto trimestre del año pasado pusieron a prueba la resistencia de la entidad con retiradas masivas de fondos.
Su valor en Bolsa perdió este miércoles los 7.000 millones de euros, mínimo histórico. Los inversores tendrán que dilucidar este jueves si la inyección de liquidez del banco central y su respaldo público son lo suficientemente relevantes como para cortar el asedio que están sufriendo sus títulos en las últimas horas. De momento, las Bolsas están rebotando en toda Europa, impulsada por las mejores valoraciones de los bancos.
Los focos de perturbación no son solo internos. La subida de los tipos de interés por parte de los bancos centrales ha pasado a considerarse un factor de riesgo para una parte de la banca después de la quiebra del Silicon Valley Bank, afectado por pérdidas en bonos del Tesoro estadounidense muy devaluados por el endurecimiento de la política monetaria que se vio obligado a vender antes de su vencimiento. En ese contexto, Credit Suisse ha apuntado que “tiene una posición conservadora frente a los riesgos de tipo de interés”, y su volumen de valores de renta fija a largo plazo “no es significativo”.
¿Lo comprara UBS?
El apoyo financiero a Credit Suisse «es insuficiente» y «lo más probable es que termine siendo comprado por UBS». Así de claros son los expertos de JP Morgan al analizar la delicada situación financiero del banco suizo.
«Vemos un escenario de resolución como el más improbable y consideramos más probable una intervención, con la tercera opción de una adquisición como el escenario más probable, especialmente por parte de UBS», han señalado en un informe publicado este jueves. En su opinión, «la posición de capital no es el problema» de Credit Suisse, pese a que el banco helvético ha solicitado asistencia por valor de 50.000 millones de euros al Banco Nacional de Suiza. Para JP Morgan, la asistencia del SNB «no es suficiente», ya que no soluciona los «problemas continuos de confianza del mercado con su estrategia de banca de inversión y la erosión continua de la franquicia», que lleva meses sufriendo una constante fuga de clientes y depósitos.
Estos analistas consideran que la reestructuración de la banca de inversión «es compleja y con pocos detalles», en un escenario de «salida de depósitos», pese a que se ha moderado en 2023. En su opinión, la situación de ‘statu quo’ que ha intentado aguantar Credit Suisse «ya no es una opción, ya que las preocupaciones de las contrapartes están comenzando a surgir, como lo refleja la debilidad del mercado de crédito/acciones».»Claramente, la pregunta es si Credit Suisse es sistémico, como se refleja específicamente en la acción del precio en los bancos mayoristas». En su opinión, «la respuesta es no», ya que el comercio de derivados de la firma está valorado en unos 14.000 millones de francos suizos y la entidad lleva dos años alejándose de los negocios con más riesgo.
Otra de las opciones que considera probable JP Morgan es «el cierre de la banca de inversión», que tendría un coste de unos 10.000 millones de francos suizos.
First Republic Bank vuelve a hundirse
El banco estadounidense, uno de los más contagiados por las quiebras de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, parece que está explorando distintas opciones estratégicas, incluida una posible venta.
‘Bloomberg’ informó a última hora de este miércoles que el banco con sede en San Francisco está buscando aumentar su liquidez. Sus títulos se han visto muy penalizados por las liquidaciones de SBV y Signature Bank, y ha perdido más de dos tercios de su valor en la última semana. Cabe destacar que su perfil de negocio se asemeja al de SVB, centrado en las empresas tecnológicas y startups, ya que presta servicios a clientes similares. S&P Global Ratings y Fitch Ratings rebajaron este miércoles la calificación de la deuda de First Republic a la categoría de bono basura, debido a la preocupación por la fuga de depósitos a bancos más grandes, considerados más seguros.
El banco, que está sopesando diversas formas de apuntalar la liquidez, se espera que atraiga el interés de los rivales más grandes, dijeron algunas de las personas consultadas a ‘Bloomberg’. En este sentido, JPMorgan Chase, Morgan Stanley y varios otros grandes bancos están discutiendo un posible acuerdo con First Republic Bank que podría incluir una inyección de capital considerable.
Aún no se ha tomado ninguna decisión y el banco podría optar por seguir siendo independiente, añadieron.